Cortázar.jpg
Todo lo que precede es como los primeros
momentos de un
encuentro después de mucho tiempo: sonrisas,
preguntas,
lentos reajustes. Es raro, me pareces menos
morena que
antes. ¿Se mejoró por fin tu tía abuela? No, no
me gusta
la cerveza. Es verdad, me había olvidado.
Y por debajo, montacargas de sombra, asciende
despacio otro
presente. En tu pelo empiezan a temblar las
abejas, tu mano
rosa la mía y pone en ella un dulce algodón de
humo. Hueles
de nuevo a sur.