miércoles, 23 de noviembre de 2011

reírse...

Reírse…
ustedes pueden reírse de mis penas.

Que algún día

en la rueda de la vida
esa pena también os llegará.

Y entonces,

esa irónica sonrisa de inconsciencia
con lágrima amargas
las tengáis
con el llanto que pagar.

Ya veremos

y si posturas orgullosas más o menos
se pueden derrumbar
y es entonces
cuando vale una sonrisa
de consuelo “pa” quien no sabe llorar.

Yo, yo tenía

el orgullo de 100 potros desbocaos
y entre risas
se los dí a una mujer,
y hoy que ando
de muñeco por la vida
si volviera y lo trajera,
yo te juro
que se lo daba yo otra vez…

Yo, ay yo tenía

ay, el orgullo de 100 potros desbocaos
y entre risas
se lo dí a una mujer,
y hoy que ando
de muñeco por la vida
si volviera y lo trajera,
te lo juro
que se lo daba yo otra vez…

Reírse

ustedes pueden reírse
de mis penas.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario