De los talleres de la emblemática Casa francesa de joyas han salido las piezas, únicas en su género, con que las mujeres más bellas, elegantes y opulentas de la monarquía han mantenido vivo el esplendor del trono en los últimos 164 años.
Esta prenda, de platino, diamantes y aguamarinas, así como la de abajo, hacen parte de las 27 tiaras que la Casa Real inglesa le encargó a Cartier en 1937 con motivo de la coronación de Jorge VI. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
Tiara de oro, platino, diamantes y citrinas. La particularidad de estas diademas es que su remate se puede desmontar para ser usado como prendedor. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
El lujo de Cartier se hizo presente en la coronación de Isabel II, en 1953, en los aretes con que la Reina complementó la antiquísima corona de San Eduardo. Foto: Getty Images.
Este prendedor de diamantes en forma de rosa fue creado en 1938 y perteneció a la princesa Margarita, Condesa de Snowdon. Lo lució en la coronación de su hermana Isabel II. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
Kate Middleton (derecha) lució en su boda la tiara ‘Halo’, de 1936, una sucesión de volutas que confluyen en un adorno central. Perteneció a la reina madre Elizabeth, quien se la regaló a Isabel II para sus 18 años. Ella nunca la usó y solía prestársela a su hermana Margarita, a la izquierda. Fotos: AP y AFP.
El broche ‘Edelweiss’ conmemora la proclamación de Isabel II como reina en 1952. Es de platino y su pieza estrella es la célebre gema ‘Williamson’, un diamante rosado, en corte Brillante de 23,60 quilates. Fotos: Queen Internacional y Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
Este ensoñador collar en forma de babero fue diseñado para la Duquesa de Windsor, en 1947. Es de oro, platino, diamantes en cortes Brillante y Baguette, una gran amatista en forma de corazón, 27 amatistas en corte Esmeralda, una amatista oval facetada y cabuchones de turquesas. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
La Duquesa de Windsor, Wallis Simpson, fue junto a su marido, el exrey Eduardo VIII de Inglaterra, una de las más ávidas clientas de Cartier. Ellos le quedaron debiendo facturas a la Casa, pues creían que su prestigio asociado a sus obras era su pago. Aun así, inspiraron las piezas más atrevidas de la joyería. Foto: ©Rue Des Archives/AGIP.
De la colección de Wallis también es este broche de 1949 en forma de pantera, de platino, oro, diamantes y dos diamantes amarillos en forma de pera (los ojos) y pequeños cabuchones de zafiro. El animal se posa sobre un gran cabuchón de zafiro Kashmir de 152,35 quilates. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
Los lentes de la Duquesa de Windsor también se inspiraron en los famosos motivos felinos de la Casa. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
Broche en forma de cabeza de pato, de oro, platino y perla Blister ornado con esmeraldas. Su ojo es un zafiro, su orificio nasal un brillante y su pico de coral tallado. Fue hecho para Wallis en 1953. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
Rainiero de Mónaco cubrió a su esposa Grace de alhajas de Cartier. En 1959 le regaló este aderezo formado por una diadema de diamantes y rubíes, un collar y un brazalete. Foto: ©G Lukomski, con autorización de los Archivos del Palacio Principesco de Mónaco.
Estos broches, con cabuchones de rubíes de unos 49 quilates, hacen parte de la anterior tiara de Grace Kelly. Foto: ©Les Archives du Palais Principer de Mónaco.
De la princesa Grace fue también este pin en forma de perrito poodle, de diamantes y oro blanco, de 1958. Los ojos son dos rubíes, y la nariz, un ónice. La cola y una de las patas se mueven. Foto: ©Les Archives du Palais Principer de Mónaco.
Mathilde, Duquesa de Brabante, con la tiara de hojas y bayas, una de las tantas piezas de la Casa para la realeza de Bélgica. Foto: AFP.
En 1910, Elisabeth, una de las reinas más queridas de los belgas, adquirió esta diadema de platino y diamantes que usaba calada al estilo de los años 20. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
La infanta Cristina de España con la corona de diamantes y perlas que perteneció a su bisabuela, la reina Victoria Eugenia de Battenberg. Foto: Queen Internacional.
Al casarse con Jorge de Grecia en 1907, María Bonaparte, sobrina bisnieta de Napoleón, recibió prendas de Cartier como la tiara de diamantes y perlas (abajo), y la tiara con la que aparece a la derecha y que lució en su boda. Fotos: Nick Welsh, Collection Cartier y Archives Cartier © Cartier.
vía... http://m.jetset.com.co/paparazzi/galeria/de-cartier-para-realeza/42605
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