Carmen de Burgos fue la primera periodista española que trabajó en una redacción y la primera corresponsal de guerra
de este país. Escribió más de cien relatos cortos y novelas largas,
redactó miles de artículos, dio conferencias por varios países y dejó su
último aliento en convertir España en una república democrática,
progresista y afanada en educar a sus habitantes.
Si quieres saber más, este artículo te ayudará a conocerla.
—No seas tonta, Dolores, y no te abatas así —solía decirle—. Yo comprendo que es triste que tu marido no te atienda como tú te mereces y ande por ahí con querindangas. Pero no sabes tú lo que hacen otros. Después de todo nada te falta en tu casa, y no se mete contigo. Créete que lloras sólo con un ojo.
Dolores asentía. ¿A qué quejarse? No pudiendo ser dichosa se conformaba con verse libre de las caricias de su marido. Era aquello lo que buscaba con el divorcio. Le bastaba con poseer el dominio de su cuerpo, con no tener que envilecerse en una unión sin amor; con no verse obligada a cumplir aquella obligación que las damas devotas llamaban el débito conyugal.
Era aquello la mayor monstruosidad con que emporcaba el matrimonio. Al verse libre de ella, pensaba en que verdaderamente era feliz. (La malcasada, Carmen de Burgos)
El matrimonio durante mucho tiempo fue una jaula con un trapo encima. Lo que ahí pasaba ahí quedaba. Podían ser caricias o, también, gritos y palos. Huir no era mucho mejor. Detrás de los barrotes esperaban, casi siempre, la pobreza y el rechazo. Aun así, algunas mujeres escaparon. Muy pocas. Una de ellas, Carmen de Burgos, no sólo abandonó a un marido áspero y mujeriego. A principios del siglo XX esta almeriense emprendió la primera campaña en prensa a favor del divorcio y luchó durante décadas por el sufragio femenino y la independencia de la mujer.
La plataforma de pisos turísticos, lejos de los principios de
economía colaborativa, precipita la subida de los alquileres y provoca
la expulsión de los vecinos.
De ese complemento se beneficia un nutrido grupo de exdiputados y
exsenadores ya jubilados que consolidaron ese derecho con anterioridad a
julio de 2011
Ambas cámaras decidieron en esa fecha modificar el
régimen de pensiones parlamentarias y derogar diversos privilegios, pero
sin efectos retroactivos
Las cantidades que percibe mensualmente
ese colectivo para alcanzar la pensión máxima son dispares y oscilan
entre los 3.000 euros de Pablo Castellano, a los 15 euros que cobra la
exsenadora Rafaela Fuentes
EPITAFIO “De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!”
De la cueva larga 1958
Nicanor Parra, uno de los artistas chilenos más influyentes del siglo XX y uno de los principales poetas de la historia de Chile.
De formación matemático y físico en su alma Mater, la Universidad de Chile, Nicanor es conocido mundialmente por “Poemas y Antipoemas” (1954), pero también es posible destacar obras de su catálogo como “Cancionero sin nombre“, su primer poemario (1937), “La cueca larga” (1958), “Manifiesto” (1963), “Obra Gruesa” (1969 y su primera antología) “Artefactos” (1972) o “Ecopoemas” (1982), entre otros.
Parra es conocido mundialmente por la creación de la antipoesía, género revolucionario que se contrapone a la poesía tradicional chilena y se caracteriza por el uso de un lenguaje directo, antirretórico y coloquial. Además,
se encuentra provisto de frases hechas,
dichos populares y lugares comunes
Si bien es reconocido como “de izquierda”, y fue un reconocido opositor de la dictadura, Parra nunca militó en ningún partido político, hecho que unido a otras contradicciones en su historia, como la polémica fotografía junto a la esposa de Nixon, le han valido problemas con todos los sectores políticos.
Problemas que no le han impedido ser reconocido por todos como uno de los más grandes de nuestra historia.
Desde los 80′ Parra, Premio Nacional de Literatura (1969), Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1991), Premio Miguel de Cervantes (2011), Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2012), entre muchos otros, ha pasado sus días en el Balneario de Las Cruces, donde cada año, sus vecinos y admiradores le celebraban su cumpleaños.http://www.radioantara.cl/?p=31372
Nicanor Parra Parra, profesor de música y Clarisa Sandoval Navarrete, campesina, tejedora, modista, aficionada al canto e integradora de las raíces de la cultura popular, son los patriarcas e iniciadores del “Clan Parra”, indudablemente, la familia chilena más importante del último siglo en cuanto a creación y talento se refiere, por calidad y por cantidad.
Clarisa aporta 2 hijas al matrimonio
y luego engendra 7 hijos más.
El primero en nacer y el último en partir ha sido
Nicanor Parra 5 septiembre 1914- 23 enero 2018
San Fabián de Alico, en la región de Biobío (sur), Chile.
Hermano mayor de Hilda, 1916-1975 folclorista,
cantante y duo con Violeta de
Las Hermanas Parra 1940-1952.
Las dos tocaban la guitarra y ella llevaba la voz cantante.
La radio llevó sus voces por todo Chile
y fueron figuras principales de la música popular tradicional chilena en la década de 1950.
Violeta Parra,1917- 1976 Cantautora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena,
considerada una de las principales folcloristas en América del Sur y gran divulgadora de su música popular
a la que enriqueció con su obra.
Eduardo Emeterio,
Lalo o tío Lalo 1918-2009 músico, cantautor,
folclorista y compositor. A los siete años, y junto con sus hermanos Hilda, Violeta y Roberto, se hacen pioneros del canto popular callejero, en la zona sur de Chile. Cantan en trenes, calles y mercados de las ciudades, rescatando tradiciones folclóricas de sus habitantes y mezclando su quehacer musical con las inquietudes del público que interactúa con estos "niños cantores".
El tío Roberto 1921-1995 músico, cantautor y folclorista. Él y Eduardo desarrollaron el folclore urbano en una carrera a veces silenciosa, pero inmensamente significativa, influyendo notablemente en la música popular a partir de los años 1980.
Lautaro 1928-2013 folclorista.
Formó Los Viejos Parra junto a Lalo; además tocó en la Peña de los Parra, junto a Violeta, Ángel e Isabel.
Tras el golpe de Estado en Chile de 1973 y posterior comienzo de la dictadura militar, Lautaro se exilió en Suecia, donde se casó con la periodista Birgitta Brorström y continuó su trabajo musical, muchas veces junto a su esposa. Publicó algunos libros de poesía y se dedicó también a la pintura.
y Oscar o Tony canarito 1930-2016, actor circense
a quién su hermano Lautaro describe en esta canción
Los hasta aquí nombrados son todos reconocidos y miembros de la “primera generación”
El ramal artístico de la familia Parra se extendió durante los años y ha dado numerosos talentos,
como los hijos de Violeta.
Isabel 1939 cantautora,
intérprete y folclorista chilena. Dirige la Fundación Violeta Parra difundiendo su legado . Su vínculo con la música comienza, justamente, interpretando junto a su madre en distintos locales santiaguinos repertorio popular de los más variados estilos.
Angel, 1943-2017 otro gran cantautor que murió en París a los 73 años, fundador del exitoso grupo chileno Los Tres, y reconocido como uno de los grandes guitarristas de Latinoamérica.
Isabel y Ángel han desarrollado prestigiosas y destacadas carreras musicales Juntos cantando a duo y en solitario. También crearon en 1965 un espacio de creación y difusión
La Peña de los Parra, donde cantaron con ellos Victor Jara o Rolando Alarcón.Siguiendo los pasos de su madre, fueron figuras relevantes en el ambiente musical chileno de fines de la década de 1960 y comienzos de los años 1970, período que sería truncado por el golpe de Estado de 1973. Su música de cantautor habla de canción protesta, de Chile y latinoamérica y también lleva su poquito de rock.
La Nueva Canción Chilena tuvo en los hermanos a dos de sus principales exponentes, así como dos de las principales figuras de la expresión musical desde el exilio.
Otra Parra, hija de Lalo, Clarita Parra 1951.
Su carrera musical se ha desarrollado entre las décadas de 1980 y 2000, lanzando álbumes con su padre, con quien formó en 1998 la agrupación Los Churi Churi,
además de publicar otros discos como solista.
De última generación está Javiera Cereceda Orrego o Javiera Parra 1968, música y cantante, hija de Ángel y nieta de Violeta. Es la lider del grupo Javiera y los imposibles.
Tita Parra, hija de Isabel, ha desarrollado una carrera en la interpretación de música de raíz folclórica; su hijo, Antar Parra, fallecido de manera prematura en 2010, la acompañó frecuentemente en sus actuaciones aportando con sus estudios de música clásica.
Ángel
y Javiera, hijos de Ángel,
y Colombina hija de Nicanor, han desarrollado sus carreras musicales desde la música rock y jazz.
También Juan de Dios , conocido por Barraco, hijo también de Nicanor.
Catalina, 1940, la hija mayor de Nicanor es una luchadora social que plasma en sus fotomontajes las desigualdades políticas de América del sur. Desde 1987 ha colaborado con su padre en distintos trabajos.
La literatura también ha prendado a dos primos hermanos de la «primera generación», Adrián Parra Cares y Blas Hernán Parra Cares (1911-1978), escritores.
La poesía de Parra varió mucho a través del tiempo. Durante su juventud, a fines de los años 1930, tuvo un breve paso como representante de la llamada poesía de la claridad, fuertemente inspirada en el recientemente fallecido Federico García Lorca, y creada como respuesta crítica al hermetismo y subjetivismo del vanguardismo histórico liderado por Huidobro, Neruda o los nuevos poetas surrealistas del Grupo La Mandrágora.
Luego de abandonar esta primera etapa, en lugar de adherirse al realismo socialista, del que criticó su poca credibilidad y su alta abstracción doctrinaria, decidió continuar una línea más vanguardista e incluso posvanguardista, ávida en la búsqueda y favorecida, por su faceta científica, de estructuras y mecanismos formales de creación. Su poesía es marcadamente crítica, cuestionadora, anticlerical, política y contingente, y junto a sus antipoemas posmodernos y analíticos se sitúan también poemas ecológicos y otros de tradición oral, popular y local. Utilizando recursos del absurdo, el humor, el arte callejero y la cultura popular, Parra se ha caracterizado por democratizar la poesía, acercándola a lectores de distinto nivel sociocultural. En cuanto al uso de la métrica, en sus primeros trabajos utilizó octosílabos para escribir romances criollos (Cancionero sin nombre, La cueca larga) y endecasílabos para sonetos paródicos («No hay olvido», «Hay un día feliz», Versos de salón), pero también comenzó a explorar desde temprano con el verso libre (Poemas y antipoemas). También son muy variadas tanto las voces de sus poemas (matemáticos, humoristas, locutores de radio, profesores, predicadores, abogados, etc.) como sus registros (epitafios, conversaciones, discursos fúnebres, oraciones cristianas, tests, discursos de sobremesa, entre muchos otros). Desde los años 1970 comenzaría a trabajar con los poemas visuales de sus conocidos «artefactos»,y desde los años 1990 investigaría en una flexibilización del pentámetro yámbico, para favorecer la fluidez en sus traducciones de William Shakespeare. Parra fue muy exigente con sus poemas antes de publicarlos, por lo que una vez publicados, en sus versiones futuras suelen tener muy pocas variaciones. Pese a lo anterior, sí se mostró particularmente despreocupado por las puntuaciones, las que suelen variar de una versión a otra.29
Para Niall Binns, la poesía parriana es ante todo realista, pero poblada al mismo tiempo de aquello que Fredric Jameson llama un «surrealismo sin el inconsciente», el cual es generado por el flujo vertiginoso de sus versos.20 Binns sostiene que los personajes de los poemas de Parra suelen estar desorientados y no comprenderse a ellos mismos ni a su entorno. Son, además, seres confusos y contradictorios, pero a diferencia de otros poetas como Darío, Huidobro, Vallejo o Neruda, son también víctimas de una crisis ideológica y epistemológica moderna, en Parra sus personajes están totalmente expuestos y desamparados, y no consiguen evadirse de dicha crisis.
Influencias
El poeta fue un gran admirador de la obra de William Shakespeare y en particular de Hamlet.
Su primer trabajo, Cancionero sin nombre (1937), estuvo fuertemente influenciado por Romancero gitano (1928) de García Lorca. A partir de 1938,20 y especialmente durante su viaje a Estados Unidos en 1943, conoció la obra de Walt Whitman, quien pese a tener una escritura seria, grandilocuente y narcisista, alejada a sus pretensiones, fue un referente para Parra durante aquella época, tanto por su tono relajado como por sus exploraciones con el verso libre. De estas lecturas de Whitman surgieron en Estados Unidos sus veinte «Ejercicios retóricos». Unos años más tarde, durante su estancia en Inglaterra, entre 1949 y 1952, conoció la obra de T. S. Eliot (de quien criticó su tono profético), W. H. Auden, Ezra Pound, William Blake, John Donne, el psicoanálisis de Sigmund Freud, las películas de Charles Chaplin, el particular humor de Franz Kafka y a los surrealistas. A lo anterior debe agregarse su relación de amistad con varios beatniks de la generación beat, y su conocimiento del arte pop propio de artistas como Andy Warhol. Todo esto le fue revelando nuevas técnicas en el manejo del verso, una consciencia acerca de su oficio como poeta, y la maduración de una voz más prosaica, distante e irónica. Para el caso particular de La cueca larga (1958), un reconocimiento a la poesía popular, el autor reconoció su influencia en el Martín Fierro de José Hernández. En el caso de sus Artefactos (1972), una de sus influencias fue una obra temprana de su contemporáneo Roberto Matta, anterior a los años 1950.Parra también reconoce entre sus influencias el dadaísmo de Marcel Duchamp desde sus viajes a Estados Unidos en los años 1960, y considera su obra como neodadaísta y neokitsch.