¡Gabo, regalo a la calle!!! pero él se hace el sordo y sigue con sus quehaceres.
Ponerle la correa es una persecución, por sistema no quiere salir. Abrir la puerta y hacerse la mopa es todo uno, pero una vez que descubre nuevos olores, amigos y caminos, el de vuelta se le hace cuesta arriba.
Hoy teníamos un rumbo fijo, Malasaña. Una visita a Julia, una nueva mejor amiga que me está enseñando la técnica del scrap, para mí terapia ocupacional
De la calle Toledo a Imperial con parada obligatoria en el 4. Gabo no perdona entrar , hacerse el remolón y recibir todo tipo de piropos, achuchones y caricias que él devuelve con rasquitas y lametones de distintas intensidades. Ahí está la tienda de su amigo Salva, la mejor en su especialidad de todo Madrid. Tienen calidad, cantidad y precio y si no lo tienen se lo inventan. Si a estos ingredientes le añadimos educación, amabilidad, cariño, efectividad, pragmatismo, lo aliñamos con su poquito de consejos, paciencia y sonrisas el resultado es un buen menú, el mejor, que degustan a diario una clientela que, como en Doña Manolita, petan la entrada a cualquier hora del día.
Seguimos el paseo y vemos frente al Ministerio de AAEE a un grupo de mujeres maduras y con pinta de pasárselo bien. A medida que vamos acercándonos parece que están haciendo un recorrido histórico siguiendo los consejos de una guía. Hablan, señalan, llevan libros en las manos que consultan y cuando estoy a su altura escucho una conversación que no puedo dejar de oír.
.-Ha sido una pena. A mí me encantaba.
.-No, no es familia de Pérez Reverte, es hermano de Jorge Martínez Reverte.
.-No te lo estoy diciendo, que es Javier Reverte, el viajero.
.-Jorge es el de la guerra Civil ¿No?
.-Yo he leído a los dos.
.-Y yo.
.-Yo también, me encantan.
.-Yo me quedo con el libro de África...
No pude oír más. Mi educación me obligaba a seguir caminando pero el corazón empezó a bombear más deprisa. No hacía 24 horas que Javier emprendía su último viaje y escuchar a estas mujeres me emocionó y pensé estas cosas sólo me pasan a mí.
Me di media vuelta y me acerqué a ellas...
Perdonar pero no he podido evitar escucharos y he pensado que es una pena que no os hayan podido escuchar ellos porque es un lujo conseguir lectoras como vosotras. Le habéis hecho "el homenaje" que a cualquier escritor levantaría de su tumba.
¿Puedo haceros una foto? Me gustaría guardar el momento.
Sí claro, y todas a una adaptaron su mejor pose y sonrisa.
©Bernardo PérezGracias, mujeres teníais que ser.
Ojala que la
casualidad haga llegar a Jorge esta foto y esta historia de y con quien
tanto quería.