Los empleados públicos estamos en el centro de la diana de gobiernos (Central, Autonómicos como locales), mercados, organismos internacionales, agencias de calificación, y demás gente de mal vivir.
Nos hacen partícipes del problema y nos expulsan de la solución, y somos la principal moneda de cambio para calmar a los mercados.
No tienen en cuenta muchas variables que los empleados públicos aportamos a la sociedad: servicios que se prestan, no dependencia de actuaciones arbitrarias, pagamos religiosamente nuestros impuestos (no como otros) consumo, etc.
Por eso ante el Tsunami que está barriendo Europa en general y España en particular, es hora de hacer frente a tanto hipócrita, que lo único que pretenden en el fondo, es poner en manos del capital sectores productivos y de servicios del país, principalmente la sanidad y la educación.
Y un buen inicio puede ser poner en marcha la SEMANA SIN CONSUMO, una semana destinada a que todos los empleados públicos de este país sólo consumamos lo estrictamente necesario. Comercios, Grandes Superficies, Restaurantes, Teatros, Cines, Bares, Prensa, Establecimientos turísticos, etc, tienen que ser conscientes de que ellos también son parte afectada de los brutales y despóticos recortes que muchos gobiernos están aplicando en el sector público. El problema es de todos.
Un interino (que no olvidemos, cubre una necesidad básica) es una persona que consume, invierte, paga y por lo tanto genera empleo y sobre todo confianza. Un interino en la calle, es más paro, menos consumo, mucha menos inversión, y sobre todo genera una desconfianza absoluta.
Por eso, proponemos que la semana del 20 al 26 de febrero te sumes a la campaña UNA SEMANA SIN CONSUMO.
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