Prevención
Ronquidos arriesgados, consejos para prevenirlos
Conllevan más riesgos de lo que pensamos. Afortunadamente, existen tratamientos, para alivio propio... y ajeno.
«Estuve al borde de una crisis nerviosa», cuenta Hortensia, lectora madrileña de 51 años. «Una noche, los ronquidos de Carlos, mi marido, alcanzaron tal volumen, y mi estado nervioso llegó a tal extremo, que me levanté de la cama y me fui a dormir a un hotel. Él no se enteró hasta el día siguiente, pero aquel episodio le hizo comprender la magnitud de su problema y le animó a ir al médico. Resultó que tenía apnea del sueño, un problema muy serio que, en su caso, le había producido hipertensión arterial».
El 50% de los hombres y el 25% de las mujeres roncan. ¿La causa?
La gravedad, que actúa sobre los tejidos del paladar blando, la lengua y la garganta. Al relajarse durante el sueño, esos tejidos vibran con el flujo de aire de la respiración y producen los ronquidos. Si se relajan lo suficiente, pueden llegar a obstruir completamente el flujo de aire. Tener adenoides, una úvula (campanilla) demasiado alargada, el tabique nasal desviado, congestión nasal crónica, un paladar bajo y blando y/o exceso de peso aumentan el riesgo de roncar. El alcohol, los antihistamínicos y los sedantes (de efecto relajante) también los propician. La edad es otro factor de riesgo: como los tejidos van perdiendo tonicidad con los años, las probabilidades de roncar van aumentando. Aunque, como dice Hortensia, «hay ronquidos y ronquidos». De hecho, la clasificación la hacen quienes los sufren:
➤ Ronquidos de grado 1. Solo se oyen acercándose al roncador.
➤ Ronquidos de grado 2: Se oyen dentro de la habitación del roncador.
➤ Ronquidos de grado 3: Se oyen desde fuera de la habitación del roncador, con la puerta abierta.
➤ Ronquidos de grado 4: Se oyen desde el exterior de la habitación de la persona que ronca, con la puerta cerrada.
Algunas medidas sencillas pueden prevenir los ronquidos
- Controlar el peso, manteniendo un índice de masa corporal (IMC, resultado de dividir el peso en kilos por la altura al cuadrado en metros) inferior a 25. Las personas obesas suelen tener acumulación de grasa en los tejidos del interior de la garganta, lo que disminuye el flujo de aire.
- Intentar no dormir de espaldas (una pelota de tenis sujeta a la espalda con un esparadrapo puede impedirlo).
- Elevar la cabecera de la cama colocando tacos de madera o ladrillos bajo las patas superiores.
- Dejar de fumar y evitar el alcohol por la noche.
- Tratar los problemas de congestión nasal y las obstrucciones respiratorias.
- Evitar el consumo de sedantes y antihistamínicos.
- Hacer ejercicio de forma regular.
Si esas medidas no dan resultado, existen alternativas
- La cirugía tradicional. Se elimina el exceso de tejido (una especie de lifting de la garganta) para reducir las vibraciones. Realizado con anestesia general, es un procedimiento doloroso y requiere de 1 a 3 días de hospitalización y 2 semanas de recuperación. Se emplea cada vez menos.
- El método de la radiofrecuencia. Es un nuevo tipo de intervención en la que señales de radiofrecuencia de baja intensidad controladas por ordenador crean tejido cicatrizal en el velo del paladar del paciente, lo que aumenta su rigidez y reduce las vibraciones causantes de ronquidos. Se realiza con anestesia local, en sesiones de menos de 30 minutos y se está convirtiendo en una opción muy demandada. Pueden ser necesarias 2 ó 3 sesiones. La tasa de éxitos está en un 80%.
- La cirugía con láser. En este procedimiento se emplea un haz de láser para reducir el paladar y producir algo de tejido cicatrizal. Si es necesario, se puede eliminar parte de la úvula y del paladar blando. El objetivo es aumentar el flujo de aire y reducir la vibración. No se utiliza para ronquidos leves ni para la apnea del sueño.
- Aparatos dentales y tiras nasales. Los primeros adelantan la posición de la lengua y el paladar blando para despejar las vías respiratorias. Las tiras nasales aumentan el flujo de aire por la nariz (aunque estos métodos ayudan a respirar, no eliminan los ronquidos).
- Presión continua positiva de aire. Se utiliza en pacientes con apnea del sueño. Supone llevar una máscara presurizada durante el sueño, que fuerza el aire en las vías respiratorias y evita el colapso de los tejidos. Aunque el método evita la apnea del sueño y elimina los ronquidos, un considerable porcentaje de pacientes lo encuentra incómodo.
Marisol Guisasola
El 50% de los hombres y el 25% de las mujeres roncan. ¿La causa?
La gravedad, que actúa sobre los tejidos del paladar blando, la lengua y la garganta. Al relajarse durante el sueño, esos tejidos vibran con el flujo de aire de la respiración y producen los ronquidos. Si se relajan lo suficiente, pueden llegar a obstruir completamente el flujo de aire. Tener adenoides, una úvula (campanilla) demasiado alargada, el tabique nasal desviado, congestión nasal crónica, un paladar bajo y blando y/o exceso de peso aumentan el riesgo de roncar. El alcohol, los antihistamínicos y los sedantes (de efecto relajante) también los propician. La edad es otro factor de riesgo: como los tejidos van perdiendo tonicidad con los años, las probabilidades de roncar van aumentando. Aunque, como dice Hortensia, «hay ronquidos y ronquidos». De hecho, la clasificación la hacen quienes los sufren:
➤ Ronquidos de grado 1. Solo se oyen acercándose al roncador.
➤ Ronquidos de grado 2: Se oyen dentro de la habitación del roncador.
➤ Ronquidos de grado 3: Se oyen desde fuera de la habitación del roncador, con la puerta abierta.
➤ Ronquidos de grado 4: Se oyen desde el exterior de la habitación de la persona que ronca, con la puerta cerrada.
Algunas medidas sencillas pueden prevenir los ronquidos
- Controlar el peso, manteniendo un índice de masa corporal (IMC, resultado de dividir el peso en kilos por la altura al cuadrado en metros) inferior a 25. Las personas obesas suelen tener acumulación de grasa en los tejidos del interior de la garganta, lo que disminuye el flujo de aire.
- Intentar no dormir de espaldas (una pelota de tenis sujeta a la espalda con un esparadrapo puede impedirlo).
- Elevar la cabecera de la cama colocando tacos de madera o ladrillos bajo las patas superiores.
- Dejar de fumar y evitar el alcohol por la noche.
- Tratar los problemas de congestión nasal y las obstrucciones respiratorias.
- Evitar el consumo de sedantes y antihistamínicos.
- Hacer ejercicio de forma regular.
Si esas medidas no dan resultado, existen alternativas
- La cirugía tradicional. Se elimina el exceso de tejido (una especie de lifting de la garganta) para reducir las vibraciones. Realizado con anestesia general, es un procedimiento doloroso y requiere de 1 a 3 días de hospitalización y 2 semanas de recuperación. Se emplea cada vez menos.
- El método de la radiofrecuencia. Es un nuevo tipo de intervención en la que señales de radiofrecuencia de baja intensidad controladas por ordenador crean tejido cicatrizal en el velo del paladar del paciente, lo que aumenta su rigidez y reduce las vibraciones causantes de ronquidos. Se realiza con anestesia local, en sesiones de menos de 30 minutos y se está convirtiendo en una opción muy demandada. Pueden ser necesarias 2 ó 3 sesiones. La tasa de éxitos está en un 80%.
- La cirugía con láser. En este procedimiento se emplea un haz de láser para reducir el paladar y producir algo de tejido cicatrizal. Si es necesario, se puede eliminar parte de la úvula y del paladar blando. El objetivo es aumentar el flujo de aire y reducir la vibración. No se utiliza para ronquidos leves ni para la apnea del sueño.
- Aparatos dentales y tiras nasales. Los primeros adelantan la posición de la lengua y el paladar blando para despejar las vías respiratorias. Las tiras nasales aumentan el flujo de aire por la nariz (aunque estos métodos ayudan a respirar, no eliminan los ronquidos).
- Presión continua positiva de aire. Se utiliza en pacientes con apnea del sueño. Supone llevar una máscara presurizada durante el sueño, que fuerza el aire en las vías respiratorias y evita el colapso de los tejidos. Aunque el método evita la apnea del sueño y elimina los ronquidos, un considerable porcentaje de pacientes lo encuentra incómodo.
Marisol Guisasola
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