Es el amor. Tendré que cultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Jorge
Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899- Ginebra, 14 de junio
de 1986) es uno de los íconos de la literatura latinoamericana del siglo
XX. Su estilo, cargado de ambientes desbordados de imaginación, mundos
simbólicos y alegoricos, unido a su gran erudición y conocimiento del
lenguaje, hicieron de sus textos una referencia para autores como
Cortázar, Pamuk, Auster, Sábato o Bolaño.
Su
vida giró en torno a los libros. Para Borges, las bibliotecas fueron un
santurio de formación; trabajó como asistente en dos bibliotecas
municipales y después se convirtió en Director de la Biblioteca
Nacional, en Argentina. Su tiempo en estos lugares fue formativo para su
lenguaje y su imaginación: Ficciones, El Aleph, Historia Universal de
la Infamia, el Informe Brodie, en el género del cuento, poemarios como
Fervor de Buenos Aires, o ensayos como Inquisiciones o Siete noches son
prueba de ello. La enorme cultura plasmado en cada unos de sus libros,
han hecho que sean referencia no sólo literaria, sino también
semiológica, filosófica e incluso matemática.
Dos
eventos empañaron su carrera. El primero su exclusión de las
candidaturas para ganar el premio Nobel de literatura, a causa de su
supuesto apoyo a la dictadura miltar chilena, lidereadá por Augusto
Pinichet. El segundo, su ceguere. A la edad de 55 años, Borges pierde la
vista al igual que su padre. Sin embargo ninguno de estos dos eventos
detuvieron su ánimo creador y gusto por las letras. http://pendulo.com/page.php?page=mt_borges
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