Hoy Harold me ha sacado pronto a pasear, estaba impaciente por pisar la calle .Ayer salió poco y él es de los que acumulan las horas de encierro y al día siguiente te las cobra.
Ha hecho un día fresquito pero lleno de luz y con un cielo azul, de esos bonitos de Madrid. Las calles tenían la población justa para poder caminar sin agobios, cosa que no hacemos desde hace días en el que las multitudes se han trasladado al centro, han cogido asiento y no hay quien las mueva. Caminando, caminando y ya de vuelta, hemos atajado por la Calle del Pozo, que es muy cortita y escondida. En el número 8 está la pastelería dónde mi padre compraba los días de celebración un hojaldre relleno de crema que ha sido el postre estrella de mi familia.
Hacía tiempo que no pasaba por allí y me ha gustado oler mi infancia y recordar a mi padre con quien tanto quería.
La tienda sigue igual, la fabricación sigue siendo artesanal y el sabor sigue siendo insuperable. Todo lo que hacen está buenísimo… el roscón de reyes, los pasteles, las pastas, los turrones o los hojaldres salados y dulces. Si no reservas es posible que no encuentres lo que quieres porque todos los días suelen acabar con los estantes vacíos.
Si te llevas el hojaldre de crema acuérdate de calentarlo en el horno antes de servirlo, como hacía mi madre, me lo agradecerás porque es lo mismo pero no es igual…
a la izquierda puedes ver la tienda y a la derecha a los pasteleros trabajando la dulcería
Esa pasteleria me la conozco bien.
ResponderEliminarUna vez le comenté a mi hermano que había una pasteleria de Madrid que yo no conocía ( no era esta) y me dijo muy extrañado ¡¡Imposible!!
Eso tiene especial relevancia si se tiene en cuenta que yo no vivo en Madrid, y que voy nada más que de vez en cuando.
Un dia de estos te contaré de la pastela moruna que hacen el la pasteleria López Mezquita de mi pueblo.
ummmmmmm, que buena, cuenta, cuenta...
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