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sábado, 14 de enero de 2012

HOY D.A. ...


...
Yo te diré los sueños de mi vida
en lo más hondo de la noche azul...


D.A. 

 http://penjadadelfil.blogspot.com/2012/01/yo-te-dire-los-suenos-de-mi-vida-en-lo.html

1 comentario:

  1. Íntima

    Yo te diré los sueños de mi vida
    en lo más hondo de la noche azul...
    Mi alma desnuda temblará en tus manos,
    sobre tus hombros pesará mi cruz.

    Las cumbres de la vida son tan solas,
    ¡tan solas y tan frías! Yo encerré
    mis ansias en mi misma, y toda entera
    como una torre de marfil me alcé.

    Hoy abriré a tu alma el gran misterio;
    ella es capaz de penetrar en mí.
    En el silencio hay vértigos de abismos:
    yo vacilaba, me sostengo en ti.

    Muero de ensueños; beberé en tus fuentes
    puras y frescas la verdad; yo sé
    que está en el fondo magno de tu pecho
    el manantial que vencerá mi sed.

    Y sé que en nuestras vidas se produjo
    el milagro inefable del reflejo...
    En el silencio de la noche mi alma
    llega a la tuya como un gran espejo.

    ¡Imagina el amor que habré soñado
    en la tumba glacial de mi silencio!
    Más grande que la vida, más que el sueño,
    bajo el azur sin fin se sintió preso.

    Imagina mi amor, mi amor que quiere
    vida imposible, vida sobrehumana,
    tú sabes que si pesan, si consumen
    alma y sueños de olimpo en carne humana.

    Y cuando frente al alma que sentía
    poco el azur para bañar sus alas
    como un gran horizonte aurisolado
    o una playa de luz, se abrió tu alma:

    ¡Imagina! ¡Estrechar, vivo, radiante
    el imposible! ¡La ilusión vivida!
    Bendije a dios, al sol, la flor, el aire
    ¡la vida toda porque tu eras vida!

    Si con angustia yo compre esta dicha,
    ¡bendito el llanto que manchó mis ojos!

    ¡Todas las llagas del pasado ríen
    al sol naciente por sus labios rojos!

    ¡Ah! tú sabrás mi amor; mas vamos lejos,
    a través de la noche florecida;
    acá lo humano asusta, acá se oye,
    se ve, se siente sin cesar la vida.

    Vamos más lejos en la noche, vamos
    donde ni un eco repercuta en mí,
    como una flor nocturna allá en la sombra
    me abriré dulcemente para ti.

    De El libro blanco (1907)

    DELMIRA AGUSTINI

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