Ya está bien. Esto es insoportable. No aguanto a un charlatán más interpretar el lenguaje no verbal del padre de Asunta durante
el juicio, a otro embaucador embustero analizar el tono de la voz de la
madre y el ritmo de su respiración durante sus declaraciones, a
cualquier sedicente experto engañando a la audiencia de programas
matinales en un tema tan sensible como éste. Incluso el pasado sábado en
“Un tiempo nuevo” -qué vergüenza, Silvia Intxaurrondo, qué
vergüenza; qué poco han durado los propósitos de enmendar la basura que
era UTN en Telecinco-, tuvimos que aguantar a un habitual necrófago
televisivo asegurar que en una imagen de Asunta tocando el piano -tomada
poco antes de su muerte- ya se notaba que la niña tenía miedo de ser
asesinada. No se pueden tener tan pocos escrúpulos. No se puede ser tan
rastrero. Esta gravísima falta de respeto tiene que terminar.
Y esto terminaría sometiendo a todos estos expertos de pacotilla a
sencillas pruebas ciegas en las que, enfrentados por ejemplo al lenguaje
no verbal de varias personas, tuvieran que distinguir cuáles de ellas
eran asesinas y cuáles no. Quiero ver a los intérpretes de tonos de voz y
gestos faciales enfrentarse a tonos de voz y gestos faciales sin saber
de antemano a qué interpretaciones quieren llegar. Venga, psiquiatra
forense de las pelotas, ciérrame la boca mediante una prueba ciega en la
que distingas qué niños están siendo objeto de maltrato emocional y
cuáles no a partir de sus fotografías.
Veríamos que es todo humo, que su nivel de acierto no supera el
esperable por azar, que sólo son miembros de un circo macabro y
carroñero de timadores que las televisiones ponen en marcha cada vez que
aparece una tragedia como ésta. Y entenderíamos también que la mejor
forma de mostrar respeto por Asunta Basterra no es pixelar su
cara cuando aparece en pantalla, sino no explotar económicamente su
asesinato dedicando todos los días una, dos, tres horas a que falsos
especialistas se forren haciendo ciencia forense basura en programas de
crónica social basura.
Blog... 625 ranas. Autor... Antonio Rico, a la izquierda de la foto. Si te interesa la crítica televisiva, éste blog es de parada obligatoria.
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