¿Cómo sería la salida de España del euro? Guía paso a paso
La crisis europea está alcanzando su momento culminante. Ayer, la presidenta del FMI declaró que “contempla una hipotética salida de Grecia del euro”. Hace unos días, corrió por Internet un artículo
de Paul Krugman que pronosticaba la inminente salida de Grecia y la
posibilidad de que ocurriese lo mismo con España. En cuestión de meses,
sino semanas, los líderes europeos se enfrentan a la decisión más
importante desde la caída del muro de Berlín: ¿continuamos todos juntos
en el euro?
La situación es muy compleja. Seguir en el euro parece asegurar que
la crisis de la periferia se prolongará durante años. Romper el euro
puede desencadenar eventos que nadie es capaz de predecir con seguridad.
En el espíritu del blog, os propongo explorar esta pregunta: en el caso de que España saliese del euro, ¿cómo sería ese proceso?
Una aclaración muy importante: no soy economista, tan sólo un ciudadano interesado por comprender lo que ocurre a mi alrededor. Os ruego añadáis en los comentarios vuestras críticas y correcciones.
1.- ¿Qué beneficios tendría para España salir del euro?
- La posibilidad de devaluar nuestra nueva moneda con respecto al “euro alemán”. Al devaluar la moneda, nuestras exportaciones serían mucho más baratas y como la mayoría de ellas van hacia la UE, aumentaríamos nuestra competitividad frente a Francia y Alemania de manera instánea. Para los turistas extranjeros, también sería mucho más barato viajar a España. ¿Os acordáis de la crisis de los años 90? ¿Qué hicimos para recuperarnos? Devaluar la peseta frente al marco alemán dos veces en 1992, otra en 1993 y una última vez en 1995.
- Recuperar el control sobre la política monetaria. Es decir, podríamos decidir qué niveles de inflacción y tipos de interes son los más convenientes para nuestra economía. El problema de la política monetaria común es el siguiente: lo que le conviene a la economía alemana (con el desempleo en mínimos históricos) es muy diferente a lo que necesita la economía española (con el desempleo en máximos históricos).
- La posibilidad de emitir deuda en una moneda que podamos controlar.
- Disponer de un “cortafuegos propio” contra ataques especulativos. Hasta ahora, ante un ataque especulativo, dependemos de la voluntad del BCE.
Salir del euro también supondría muchísimas desventajas: las
importaciones serían más caras, el comercio con el exterior sería más
complicado (porque las empresas tendrían que preveer las fluctuaciones
entre las divisas), habría que decidir qué hacemos con toda la deuda que
hemos emitido en euros y se generarían tensiones entre países que,
posiblemente, debilitarían la unión política de Europa.
2.- ¿Salir del euro implica salir de la Unión Europea?
En principio, no. De hecho, sólo 17 de los 27 países de la UE comparten moneda.
En términos legales, la cosa no está tan clara. El Tratado de Lisboa
contempla la posibilidad de que un país abandone la UE, pero no hay
ninguna ley que regule la salida del euro (¡a ningún político se le
ocurrió la posibilidad de que un país decidiese abandonar la moneda
única!).
3.- ¿Es la primera vez que se rompe una unión monetaria?
No. La República Checa y Eslovaquia compartieron moneda hasta 1993.
Catorce de las repúblicas que formaban la Unión Soviética crearon sus
propias divisas después del colapso del rublo en 1991/2.
Existen muchos más ejemplos: durante el siglo XX, 69 países salieron de uniones monetarias.
Me parece importante recordar esto: el euro no es “un fin en sí
mismo”. El euro es un instrumento que se creó con la esperanza de
mejorar las economías de los países europeos y reforzar nuestro
sentimiento de unidad.
4.- ¿Cómo se anunciaría la salida del euro?
El gobierno lo anunciaría de manera repentina. No hay otra opción. Si
el gobierno lo anunciase “con antelación”, todo el mundo trataría de
transferir su dinero a cuentas en el extranjero (porque, después de una
devaluación, los euros depositados en una cuenta alemana valdrían más
que los euros depositados en un banco español). Esa fuga masiva de
capitales provocaría el colapso inmediato de nuestro sistema financiero.
Es triste decirlo así, pero por definición, el gobierno
tendría que negar que España saldrá del euro hasta anunciarlo por
sorpresa.
Con toda seguridad, el anuncio se haría un sábado por la mañana: eso
daría dos días a las instituciones financieras para realizar las
actualizaciones más urgentes en sus sistemas.
5.- ¿Qué pasaría después de ese anuncio?
El gobierno prohibiría temporalmente la transferencia de dinero al
extrajero. También limitaría la cantidad de dinero que cada persona
puede sacar del banco (a esto se le llama “corralito”).
Además, la nueva moneda (vamos a llamarle “peseta”), se devaluaría
con respecto al “euro alemán”. Por eso, quienes hubiesen conseguido
sacar sus euros fuera de España antes del anuncio, saldrían ganando.
6.- ¿Los billetes de euro serían inmediatamente reemplazados por billetes en pesetas?
No. El Banco de España necesitaría algunos meses para imprimir
billetes en pesetas y reemplazarlos por los billetes de euro que ahora
están en circulación.
Mientras tanto, existe una solución temporal: poner un sello a todos
los billetes guardados en los bancos de nuestro país. Así, los “euros
españoles” se distinguirían de los “euros alemanes”. Los ciudadanos
también estaríamos obligados a llevar los billetes “que tenemos en casa”
al banco para que les pusiesen el sello.
El gobierno anunciaría una ley que diría: “los billetes no sellados,
no son de curso legal en España”. Quienes pagen (o acepten pagos) en
billetes sin sellar, estarán comentiendo un delito.
Una vez se imprimieran las nuevas pesetas, esos billetes se irían
introduciendo poco a poco en circulación (igual que hicimos cuando
pasamos de la peseta al euro).
La conversión a la nueva moneda sería mucho más sencilla que en otros
precedentes históricos, pues ahora, la mayor parte del dinero guardado
en los bancos sólo existe en forma electrónica.
7.- ¿Qué hacemos con la deuda que hemos emitido en euros?
Desde 1999, emitimos nuestra deuda pública
en euros. Después de la devaluación, el Estado no podría pagar sus
deudas a los bancos de los países que siguieran en el
euro. Inevitablemente, tendría que “renegociar” la deuda y pagar menos
de lo debido. Esto se conoce como “default”. Afortundamente, el 90% de
la deuda pubĺica española con el extranjero se emitió bajo “legislación
local”, es decir, los posibles conflictos entre deudores y acreedores,
deben resolverse ante tribunales españoles.
Las empresas privadas (y especialmente los bancos) también deberían renegociar sus deudas con el extranjero.
8.- ¿Quienes serían los mayores perjudicados?
- Los ahorradores españoles: porque los ahorros perderían gran parte de su valor debido a la devaluación.
- Los bancos alemanes, franceses y británicos: porque perderían mucho dinero debido al “default”. Probablemente esos bancos deberían ser rescatados por sus contribuyentes (lo que generaría importantes tensiones políticas entre los países de la UE).
9.- ¿Qué tal les ha ido a otros países que hicieron “default” en su deuda y devaluaron su moneda?
Durante la crisis asiática de 1997, Indonesia, Corea del Sur y
Tailandia hicieron “defaults” en sus deudas y devaluaron sus monedas. A
pesar de una fuerte contracción de sus economías en los meses
posteriores, recuperaron sus niveles pre-crisis en menos de dos años. Y
han continuado creciendo desde entonces.
Lo mismo puede decirse de Argentina. Después de eliminar la
convertibilidad con el dólar, hacer “default” y devaluar el peso, la
economía argentina ha crecido más rápido que la brasileña durante la
última década (sí, sí, estáis leyendo bien).
10.- ¿Creéis que España volverá a la peseta? ¿Seguiremos en el euro? ¿Cuáles son vuestras razones?
Abrimos el debate y las apuestas.
Nota legal: en este blog no aceptamos ni
dólares, ni euros, ni pesetas. Nuestra única divisa de curso legal es la
pinta de cerveza.
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