Hoy no es un buen día para mandarte flores,
tan sólo facturas y un poco de locura.
Una vez más quieres, no puedes,
estás pero no estás, y la verdad...
es que de diez en diez pasan los años,
de diez en diez los desengaños
y nada cura este mal de amores,
y no amanece nunca ese buen día
para mandarte flores.
Hoy no es un buen día para ciertas canciones,
para el café sin amargura, para sentir ternura.
Una vez más llueve, anochece,
y tú ni te quedas ni te vas, y la verdad...
el tiempo de la risa ha terminado,
y el tiempo de la guerra ha regresado,
y nada cura este mal de amores,
y no amanece nunca ese buen día
para mandarte flores.
Las olas del odio vienen y van,
y nadie escucha la pena del mar,
las olas del odio vienen y van,
y nadie escucha la pena, la pena del mar.
Porque hoy no es un buen día para mandar mensajes,
tan sólo es un buen día para hacer equipajes,
una vez más es once y septiembre,
y tú nunca logras esa paz, y la verdad...
diez años de olvido van pasando
y el diablo siempre va de nuestra mano,
y nada cura este mal de amores,
y no amanece nunca ese buen día para mandarte flores.
Ni ayer ni hoy ni nunca fue un buen día
para mandarte flores.
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