En
1984 el coleccionista de arte holandés Dirk Hannema murió sin que nadie
creyera que poseía un rarísimo Van Gogh, "El molino Le Blute-Fin"; en
febrero de 2010 los expertos del Museo Van Gogh concluyeron que
efectivamente se trataba de un original pese a que las figuras grandes y
coloridas sobre un paisaje son atípicas en su obra. Hannema lo había
adquirido en 1975 en una tienda de antigüedades de
París por menos de 2.000 euros actuales y lo aseguró por una cantidad
16 veces superior convencido de que era auténtico pero dada su mala
reputación, nadie le creyó. Había agotado su credibilidad en los años 30
cuando dirigía el Museo Boijmans de La Haya y "descubrió" un Vermeer
que resultó ser falso, además de coordinar una retrospectiva del pintor
en la que 6 de las 15 obras eran fraudulentas. Para más desprestigio
ocupó la jefatura de los museos holandeses durante la ocupación nazi.
El molino Le Blute-Fin, de Van Gogh (1886), Museo Fundatie de Zwolle (Holanda)
El molino Le Blute-Fin, de Van Gogh (1886), Museo Fundatie de Zwolle (Holanda)
La obra, un óleo del más puro estilo impresionista, retrata el molino Le Blute-Fin, de París.Van Gogh decía que los errores de su obra eran compensados por los
aciertos, y este cuadro es un buen ejemplo. Según Louis van Tilborgh,
conservador de la sala, "la perspectiva es imperfecta, lo cual le da
cierto encanto, y el empaste es típico del pintor. No así las figuras,
muy grandes y coloristas. Hemos trabajado a fondo para demostrar la
autoría y ha sido muy gratificante".
El pintor, que dejó atrás las obras oscuras firmadas en su atormentada etapa holandesa, dedicó parte de su producción en Francia a los temas en boga entre los impresionistas. Los molinos, donde había cafés danzantes, eran uno de los lugares más concurridos de Montmartre, el barrio popular por excelencia de París.
El pintor, que dejó atrás las obras oscuras firmadas en su atormentada etapa holandesa, dedicó parte de su producción en Francia a los temas en boga entre los impresionistas. Los molinos, donde había cafés danzantes, eran uno de los lugares más concurridos de Montmartre, el barrio popular por excelencia de París.
una interesante información que nos proporciona Sofy Negrete
No hay comentarios:
Publicar un comentario