lunes, 30 de enero de 2017
John Hurt...el funcionario desnudo...Quentin Crisp
País: Estados Unidos
Director: Jack Gold
Guión: Philip Mackie (Autobiografia: Quentin Crisp)
Música: Carl Davis
Fotografía: Mike Fash
Reparto: John Hurt, Liz Gebhardt, Patricia Hodge, Stanley Lebor, Katherine Schofield, Colin Higgins, John Rhys-Davies, Stephen Johnstone, Antonia Pemberton, Lloyd Lamble, Joan Ryan
Productora: Thames Television
Sinopsis: Biografía sobre Quentin Crisp (1908-1999), un excéntrico escritor inglés, de humor fino y lacerante. Durante los años treinta del siglo XX, Crisp desafió las modas y las convenciones sociales mostrando abiertamente su carácter afeminado y sus costumbres homosexuales. Se mostraba en público vestido con ropas extravagantes de colores chillones y gestos exageradamente amanerados, lo cual le granjeó no pocos problemas con su familia, con sus amigos y con las autoridades. (FILMAFFINITY)
Premios, 1975: Premios BAFTA TV: Nominada a Mejor telefilm y mejor actor (John Hurt)
EL FUNCIONARIO DESNUDO
QUENTIN CRISP
,
Editorial VALDEMAR, 2001
Quentin Crisp, fallecido en 1999 a la edad de noventaiún
años ha sido uno de los más finos humoristas ingleses de
los últimos tiempos. Su prosa limpia, inteligente y de frase brillante,
hereda el talento epigramático de Wilde y Bernard Shaw,
a la vez que se constituye en irónica reconstrucción documental
de un mundo, el del viejo siglo XX, que en algunos aspectos es ya tan distinto
del nuestro como lo fueran el Renacimiento o el Siglo de las Luces. Con
el descaro propio de quien nada tiene que ganar ni que perder, Crisp encarna
una cruzada de un solo hombre a favor de sí mismo. Su coraje queda
patente cuando, aún muy joven, en los poco tolerantes años
treinta, decide ignorar las convenciones sociales y mostrarse públicamente
tal y como se sentía, un excéntrico personaje de gestos afeminados
y conversación chispeante. Vestido con trajes de terciopelo y colores
chillones, el pelo largo y teñido de rojo, se pasea por la vía
pública con exagerados ademanes femeninos. En aquellos primeros
años hubo de sufrir insultos, golpes y amenazas sin cuento, además
de pasar por la cárcel y perder el respeto de familiares y amigos.
El funcionario desnudo, primer volumen de sus memorias,
es una crónica autobiográfica que recoge precisamente aquellos
años, salpicados de anécdotas, que Crisp narra con gracia
inimitable, en un tono agridulce y recurriendo a menudo a un sano y balsámico
cinismo. Por sus páginas desfilan personas y personajes, miembros
de la peculiar fauna de la bohemia londinense de antes y después
de la II Guerra Mundial, desde completos desconocidos hasta ilustres y
extravagantes artistas, como Mervin Peake y Colin Wilson.
Esta película recuerdo que me impactó cuándo la vi. Nunca he olvidado la interpretación y la historia que cuenta. Gracias John Hurt por tu sabiduría y buen hacer.
martes, 24 de enero de 2017
España y su doble moral...
¿Dónde está la fiscalía, el gobierno, los políticos...
y esos jueces que mandan a la carcel por chistes
de Carrero Blanco?
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Que ascazo!!!!!!!!!!
Sr. Burgos,
espero que la vida le devuelva su boomerang con creces,
en todo el bebe.
El maestro de los 68 segundos de aplausos...
El maestro de los 68 segundos de aplausos: "Escucha a tus alumnos y te los habrás ganado"
Se jubiló a principios de enero en el único colegio de Zufre y todo el centro le despidió con un pasillo humano y una ovación
Asegura que usar el buen humor y escuchar a sus alumnos han sido las únicas claves para ganarse su respeto y su cariño
43 políticos 'enchufados' en eléctricas...
- Sus negocios dependen de las decisiones políticas
- ¿Contratan por eso a ex altos cargos y sus familiares?
- Los últimos fichajes: Tocino, Hernández Mancha...
La musa de Virginia Woolf era un hombre ...
Woolf consiguió con el pintor Roger Fry lo que nunca antes: superar
el hastío literario y descubrir la emoción artística de las palabras
El ciclo Ni ellas musas, ni ellos genios
dedicará una charla cada lunes hasta el 27 de febrero a una pareja
emblemática para derribar el tópico de la mujer como "inspiradora"
José de Ribera, el Españoleto... El perdón y la furia
Tras la visión de Max sobre El Bosco, el Museo del Prado continúa su atención al cómic para acercar sus obras maestras a lenguajes más actualizados con el trabajo de Altarriba y Keko ‘El perdón y la furia’, en torno al Ribera más truculento y oscuro, el del castigo al insumiso, al que reta a los de arriba, hasta incluso ser despellejado vivo.
lunes, 23 de enero de 2017
viernes, 20 de enero de 2017
Alberto Glenn-Gallardón...
Conocí a Ruiz-Gallardón a finales de los noventa, en casa de
una pianista a la que ambos admirábamos. Él era aún presidente de la
Comunidad de Madrid y acudía de vez en cuando a las soirées
musicales de Miguel y Rosa, en compañía de su mujer, Mar Utrera. Con
ella hablé poco, pero lo suficiente para darme cuenta de que era
bastante más inteligente y despierta que su casi siempre achispado
marido.
Tengo la teoría de que Mar servía de dique de contención al delirio de Albertito.
Si es cierto que esta gran mujer anda ahora delicada de salud, el
desbordamiento de toda la demencia gallardoniana que estamos padeciendo
últimamente podría deberse a que las mermadas fuerzas de ella ya no son
capaces de poner coto a los desvaríos narcisistas de él.
Mar frenaba a Gallardón porque lo tenía calado.
Una vez fui invitado a casa del matrimonio para la presentación de la ópera Merlín, de la que es autor el tío bisabuelo de Albertito,
Isaac Albéniz. Tras el concierto doméstico, durante el cual nos fueron
ofrecidas algunas arias y dúos, llegaron las bebidas y los canapés. La
casa de los Gallardón, en la calle Serrano Anguita de Madrid, es
espaciosa y señorial (heredada, creo, de su padre) así que se formaron
varios corrillos de tertulianos Yo picoteé de flor en flor, hasta que
fui a parar a un grupo compuesto por unas ocho personas, entre las que
estaban, además de los dos anfitriones, Fernando Fernández Tapias y su
todavía novia palentina (que no cesaba de repetir que él era un diamante
en bruto, haciendo mucho más hincapié en lo de bruto que en lo de
diamante) y algún que otro gorroncillo, tan insignificante que su nombre
no merece el honor de figurar ni entre estas humildes líneas.
Albertito
empezó a contarnos a todos, verdaderamente entusiasmado, que estaba
deseando comprar o alquilar el piso de al lado, cuyo propietario había
amagado en más de una ocasión con marcharse, no recuerdo ahora si a otro
barrio, o directamente, al Otro Barrio.
- Me llevaría allí el piano y los discos. Sería mi pied-à-terre musical-anunció con sonrisilla pretendidamente malévola, como de personaje secundario de Las Amistades Peligrosas-, con sala de audición, para no dar la lata a mi familia.
Sonaba
todo bastante razonable, pero Mar nos dio enseguida las claves de tan
ambicioso proyecto marital y le desmontó el tenderete con una sola
frase.
- Alberto -le respondió con comprensiva socarronería-, si
quieres montarte un picadero, no se te ocurra ponérmelo en el piso de al
lado. Lárgate a la otra punta de Madrid.
Sirva esta anécdota para
ilustrar mi teoría sobre Gallardón: su vida es, desde que se despierta
hasta que se acuesta, una farsa decepcionante y absurda, durante la cual
va insultando la inteligencia del personal, creyendo que puede hacer
creer a media humanidad que su conducta no está regida por la vanidad
personal, sino por la altura de miras.
Nada más lejos de la
realidad. Gallardón es un narcisista carente de códigos morales cuyo
solo objetivo en la vida es dejar su impronta allá donde fuere, aunque
ello suponga hacerle pagar al prójimo un precio prohibitivo de dolor.
Como la Dama, Dama de la canción de Cecilia, Albertito está
dispuesto a ser el niño en el bautizo o el muerto en el entierro, con
tal de dejar su sello
En cierta ocasión -yo era por entonces un
famosete televisivo de moda- nos enzarzamos en una discusión
musicológica de altos vuelos (yo ponía la altura y él el vuelo, porque
en cuanto le da por beber, suelta pluma que no veas) sobre un pianista
canadiense al que ambos admiramos: Glenn Gould. Tanto espacio ocupó el
artista en nuestras conversaciones, que Gallardón acabó regalándome -me
la envió a mi domicilio, por mensajero- la integral en láser-disc de los
conciertos de este auténtico genio. Seguramente fue su manera retorcida
y aviesa de insinuarme que deseaba venir de invitado a Lo + Plus, cosa que, dicho sea de paso, no consiguió nunca.
Glenn
Gould era un intérprete que detestaba los conciertos y amaba los
estudios de grabación. Sostenía -no sin cierta razón- que a veces los
virtuosos terminan haciendo demasiadas concesiones a la galería para
ganarse al público: aceleran los tempi, abusan del rubato,
hacen pausas melodramáticas en los calderones, fuerzan, en suma, la
parte circense de la interpretación para meterse al auditorio en el
bolsillo a base de pirotecnia y no de arte. Yo objeté, ante la obtusa
incondicionalidad gallardoniana, que Gould, sublime en la mayoría de las
piezas (sobre todo de Bach) a veces resultaba completamente arbitrario y
antimusical en otras. Le cité, por ejemplo, el caso del Preludio en Do Mayor del Primer Libro de El Clave Bien Temperado. Gould toca las notas en staccato, en una decisión interpretativa que desvirtúa completamente el carácter cantabile de la pieza (Gounod construyó sobre esos acordes su famoso Ave María) y que resulta solamente entendible por un esfuerzo enfermizo para resultar original.
Ésa
era la filosofía de Gould cuando se ponía a grabar: primero escuchaba
todas las interpretaciones fonográficas de referencia y luego se
preguntaba:
¿cómo puedo tocar esto de manera que no lo haya tocado nadie?
La pregunta que se debe hacer un intérprete honesto y cabal nunca es esa, sino más bien esta otra:
La pregunta que se debe hacer un intérprete honesto y cabal nunca es esa, sino más bien esta otra:
¿cómo puedo tocar la pieza de manera que pueda hacer llegar la esencia de la misma hasta el oyente?
El pianista vienés Alfred Brendel lo dijo mucho mejor que yo hace años:
"Pertenezco
a una tradición en la que es la obra de arte la que le dice al
intérprete lo que debe hacer y no el intérprete el que le dice a la
pieza como debería ser o al compositor qué es lo que debería haber
compuesto".
Pues bien, a pesar de su indudable genialidad, Gould
se comportaba a veces como ese tirano al que desprecia Brendel,
aplicando criterios estilísticos cuyo único fin era el de sonar
diferente -aunque el precio final de ese anhelo narcisista lo acabaran
pagando el compositor y el oyente.
A veces, incluso-un ejemplo clamoroso es la Sonata Fácil de Mozart, que Gould ejecuta con la frialdad de un autómata- su interpretación se convertía en un auténtico ajuste de cuentas con determinado compositor, al cual detestaba.
A veces, incluso-un ejemplo clamoroso es la Sonata Fácil de Mozart, que Gould ejecuta con la frialdad de un autómata- su interpretación se convertía en un auténtico ajuste de cuentas con determinado compositor, al cual detestaba.
Mirad lo estúpido y
pueril que podía llegar a ser Mozart -parece querer decirnos Gould con
un bajo Alberti que torpedea literalmente- y a martillazos -la melodía
principal-, un compositor que murió demasiado tarde, no demasiado
prematuramente (la frase es auténtica).
Alberto Ruiz-Gallardón defendía con vehemencia a Gould incluso en esos casos.
Yo aún diría más: sobre todo, en esos casos.
Decía
que era entonces cuando se convertía en un ser asombroso y fascinante,
siempre dispuesto a ofrecer a sus incondicionales una versión de cada
obra absolutamente personal y diferente.
Pues bien, para mí
Gallardón -ya lo habrán adivinado- encarna ese reverso tenebroso de
Glenn Gould, pero sin anverso luminoso alguno.
Todos sus actos
políticos -desde el endeudamiento salvaje de Madrid a la Ley de Tasas
Judiciales, y ahora la Ley del Aborto- no responden más que a su
enfermiza obsesión por dejar su impronta personalísima en su gestión
pública, adoptando medidas y promulgando leyes arbitrarias por el simple
hecho de que nadie se ha atrevido a hacerlo así todavía.
Ahora intenta aprobar una nueva Ley del Aborto que justifica diciendo que es progresista y en defensa de la vida.
La
mejor prueba de que Gallardón no ha tenido jamás en la cabeza la idea
de salvar vidas, sino única y exclusivamente la de llamar la atención
sobre sí mismo -como Gould en sus interpretaciones vengativas- es que ha
tardado dos años en sacar el Proyecto de Ley de su siniestra chistera. Y
eso que asegura que lo llevaba en el Programa.
Hasta que sea
aprobada -la ley vuelve ahora al Consejo de Ministros, luego va al
Congreso, después al Senado, para finalmente regresar a la Carrera de
San Jerónimo para su aprobación final- tal vez pasen tres largos años.
En
estos momentos se están practicando unos 100 mil abortos legales en
España. Ya hay cálculos según los cuales, con la restrictiva ley
gallardoniana, más de un noventa por ciento de los abortos que hoy se
producen en nuestro país no tendrían cabida legal. Eso supone 90 mil
niños -la derecha más ignara, ultracatólica y recalcitrante de nuestro
patrimonio nacional los llama así- a los que el ministro de Justicia
podría haber salvado de la trituradora (utilizo terminología medieval, made in Ana Botella), si su Ley se hubiera promulgado al día siguiente de que se constituyeran las Cortes Generales.
Si
la ley se promulga a finales del Tercer Año Mariano, el número de
criaturas a las que Gallardón podría haber salvado -utilizo su lógica
ultramontana- esa vida sacrosanta que tanto se ufana en defender
ascenderá a 270 mil.
Con su inexplicable indolencia (digna del
socorrista pasota de Cruz y Raya) habrá condenado a muerte -sigo
empleando su indecente lenguaje- a 270 mil inocentes, víctimas de
supuestas madres desnaturalizadas, hedonistas, carentes de criterio ni
moralidad alguna.
En vez de intentar socorrer desde el instante
mismo en que tomó posesión -¿hay algo más urgente que salvar la vida de
un bebé a punto de morir?- a 300 mil pequeñines ¿a qué está jugando
Gallardón? A conceder entrevistas autofelatorias a La Razón y al ABC,
en las que se dedica a presentarse como la nueva Reserva Espiritual de
Occidente, el Faro Moral de Europa, que servirá de orientación y guía,
hoy a España y mañana a todos los países de nuestro degradado entorno.
Albertito aún está a tiempo. A tiempo de hacerle caso a la maravillosa madre sus hijos y de montarse su delirante picadero lo más lejos posible de nosotros.
Albertito aún está a tiempo. A tiempo de hacerle caso a la maravillosa madre sus hijos y de montarse su delirante picadero lo más lejos posible de nosotros.
Y de llevarse con él esa espeluznante Sonata Fácil de Mozart, literalmente ejecutada por Glenn Gould.
El Gobierno perdonará al banco si no quiere devolver las cláusulas suelo...
Los expertos alertan de que el
decreto ley pactado entre PP, PSOE y C's no resuelve las miles de
cláusulas abusivas que son nulas en línea con la ley y jurisprudencia
europea
El Gobierno pacta con la banca el ahorro de 1.500 millones de euros por las cláusulas suelo
Es el dinero que las entidades
pagarían en costas si los consumidores fueran a juicio. El decreto
enmascara la negativa del Ejecutivo a reforzar a la Justicia para hacer
frente a las demandas por cláusulas abusivas.
“Competencia debería expedientar inmediatamente a las eléctricas por la subida de la luz” ...
“Competencia debería expedientar inmediatamente a las eléctricas por la subida de la luz”
El expresidente de REE y exconsejero de la CNE Jorge Fabra cree que
los incentivos de las empresas para alterar al alza de los precios de
la electricidad son “enormes”
“A estos precios, ¿por qué no están
funcionando las centrales de gas? Si pueden funcionar a partir de 40
euros, ¿por qué las tienen paradas?”
jueves, 19 de enero de 2017
miércoles, 18 de enero de 2017
Un vídeo para el recuerdo...Uptown Funk
Un espectacular montaje de 66 peliculas para un tema musical de Mark Ronson, ”Uptown Funk”... Genne Kelly, Shirley Temple, Judy Garland, Fred Astaire bailando
al ritmo de esta canción.
martes, 17 de enero de 2017
Blanca Candón y sus caramelos de café...
La que fuera primera alcaldesa del PA en Andalucía murió este viernes en su pueblo, Cortelazor (Huelva)
©Mercedes de Pablos Candón
Ha sido inútil: no hemos conseguido encontrar ni un solo bolsillo de sus muchos abrigos, chaquetas, pantalones o bolsos sin un caramelo de café que adoraba y que ofrecía a quien tuviera por delante. Blanca Candón, alcaldesa de Cortelazor (Huelva) y concejala durante 17 años, maestra, andalucista, nunca dejó de ofrecer, de ofrecerse.
Blanca era hija del médico del pueblo en que nació y al que dedicó los últimos treinta años de su vida. Un galeno gaditano que estrenó plaza y estado civil casi al mismo tiempo; se ve que la madre de mi madre era tan engatusadora como ella misma. De la Sierra procede toda su familia, propietarios rurales que desde hace generaciones se empeñaron en dar estudios a los hijos: su tío, el primer director de la Escuela de Ingenieros Forestales de Madrid; su primo, catedrático de literatura exiliado en Costa Rica... la gran parte dedicada a las letras, la medicina y la enseñanza. Ese médico muy conservador no era un fanático y tal como ella contaba en el libro de Jorge Martínez Reverte y Socorro Thomas Hijos de la guerra, en su pueblo no hubo represalias aunque recordara con dolor a algunas mujeres rapadas al cero, "pero eso lo hacían los de fuera". Huérfana temprana, su madre se lleva a las dos hijas a Sevilla, a la calle Mateos Gago, a escasos metros de donde otra viuda serrana, mujer del secretario de Aracena, vivía con sus cuatro vástagos. Uno de ellos, Tomás, deslumbrado por esta mujer que lo convirtió en marido, padre y, fundamentalmente, en su adorador eterno. No fue marino porque ella no quería casarse con una sombra.
Maestra, educada en alemán, lectora pertinaz y especialmente de poesía, a días de su muerte y quejándose por la pérdida de facultades era capaz de recitar de memoria una gran parte de la poesía hispana (ese libro que ha marcado tantas infancias como la de Luis García Montero sin ir máslejos, Las mil mejores poesías de la lengua castellana) a poco que le dijeras el primer verso: "En Jaén donde resido vive Don Lope de Sosa…" y de carrerilla se lanzaba desde la primera a la última estrofa, mordiéndose la lengua con enojo si olvidaba una palabra.
Residente en Madrid desde 1954, en su casa Andalucía entraba por la boca, se hablaba en andaluz y se comía en andaluz- Para todo lo demás, manga ancha, esa que la hizo una mujer abierta sin remilgos, ni prejuicios ni ataduras. Solamente quien tiene fuertes convicciones, religiosas o morales o ambas no se siente amenazado por las contrarias. Te cabe todo mamá, le decíamos, y es que nunca una idea le hizo olvidar que detrás habitaba una persona, un ser humano.
A finales de los ochenta, esa capitalina de adopción se enroló con su marido en la que sería su gran aventura, volver a la sierra, vivir una jubilación afanada entre el campo y los viajes, construir una casa absurda y grande para darse a los placeres, incluido el horno de leña o la lectura. Un infarto la deja viuda y desorientada pero por poco tiempo. El Partido Andalucista le propone encabezar la lista al Ayuntamiento y para pasmo de los próximos, que la imaginábamos de joven pero laboriosa abuela, acepta, saca el carnet de conducir y se compra un coche que la llevaría mil y una vez a esa Diputación de Huelva donde tantos amigos hizo. Fue la primera alcaldesa del PA y también la primera de la sierra e incluso la primera que casó a un familiar cercano, su hija, cuando las corporaciones pudieron ejercer de casamenteros.
Pero sobre todo fue una gota malaya en las sienes de todo aquel que podía hacer algo por su pueblo. La fortuna hizo que al restaurar el retablo de la iglesia descubrieran pinturas del siglo XV, un punto más para un pueblo donde hay tradiciones añejas y mestizas: una plaza con un olmo de mil años en medio, el rito de la fiesta del álamo, una respetable cantidad de artistas y poetas. Tal vez por eso su anual certamen de pintura que ella y el crítico Pérez Guerra promovieron es poderoso, tal vez por eso no hay crisis que lo haya condenado.
No había diferencia entre la madre y la mujer, tan tolerante con sus hijos como con sus vecinos, tan generosa, tan compasiva. Tal vez esa palabra, compasión, defina su manera de estar y la herencia que deja. Compasión, curiosidad y afecto: ladrona de corazones, el de Jorge Martínez Reverte y Mercedes Fonseca, Inés Alba, Carlos Funcia, Paco Correal, Paco Rosell, Marta Carrasco, María Esperanza Sánchez, Paco Gómez, una lista tan interminable como todos los que llamaban a su puerta. Rosamar Prieto y Juan José Díaz Trillo fueron su ojito derecho. A Carmen Calvo le agradeció toda la vida que hiciera grande un pueblo pequeño porque la cultura sirve exactamente para dar el tamaño exacto de las cosas. Por Antonio Maíllo, profesor en Aracena, siempre tuvo debilidad.
Ha muerto a punto de los noventa, como Hija Predilecta de Cortelazor y bisabuela de una hamburguesa feliz a la que fue a ver hace apenas dos meses. Porque irse (eufemismo habitual)…Blanca Candón no se ha ido.
Y ha dejado un reguero de caramelos de café que obsequiaba y que gozaba con glotonería contenida. Café para todos, caramelos como puentes, puertas, palabras. La pipa de la paz de una mujer para la que la patria (acababa de empezar la novela de Aramburu) era siempre el prójimo.
Blanca era hija del médico del pueblo en que nació y al que dedicó los últimos treinta años de su vida. Un galeno gaditano que estrenó plaza y estado civil casi al mismo tiempo; se ve que la madre de mi madre era tan engatusadora como ella misma. De la Sierra procede toda su familia, propietarios rurales que desde hace generaciones se empeñaron en dar estudios a los hijos: su tío, el primer director de la Escuela de Ingenieros Forestales de Madrid; su primo, catedrático de literatura exiliado en Costa Rica... la gran parte dedicada a las letras, la medicina y la enseñanza. Ese médico muy conservador no era un fanático y tal como ella contaba en el libro de Jorge Martínez Reverte y Socorro Thomas Hijos de la guerra, en su pueblo no hubo represalias aunque recordara con dolor a algunas mujeres rapadas al cero, "pero eso lo hacían los de fuera". Huérfana temprana, su madre se lleva a las dos hijas a Sevilla, a la calle Mateos Gago, a escasos metros de donde otra viuda serrana, mujer del secretario de Aracena, vivía con sus cuatro vástagos. Uno de ellos, Tomás, deslumbrado por esta mujer que lo convirtió en marido, padre y, fundamentalmente, en su adorador eterno. No fue marino porque ella no quería casarse con una sombra.
Maestra, educada en alemán, lectora pertinaz y especialmente de poesía, a días de su muerte y quejándose por la pérdida de facultades era capaz de recitar de memoria una gran parte de la poesía hispana (ese libro que ha marcado tantas infancias como la de Luis García Montero sin ir máslejos, Las mil mejores poesías de la lengua castellana) a poco que le dijeras el primer verso: "En Jaén donde resido vive Don Lope de Sosa…" y de carrerilla se lanzaba desde la primera a la última estrofa, mordiéndose la lengua con enojo si olvidaba una palabra.
Residente en Madrid desde 1954, en su casa Andalucía entraba por la boca, se hablaba en andaluz y se comía en andaluz- Para todo lo demás, manga ancha, esa que la hizo una mujer abierta sin remilgos, ni prejuicios ni ataduras. Solamente quien tiene fuertes convicciones, religiosas o morales o ambas no se siente amenazado por las contrarias. Te cabe todo mamá, le decíamos, y es que nunca una idea le hizo olvidar que detrás habitaba una persona, un ser humano.
A finales de los ochenta, esa capitalina de adopción se enroló con su marido en la que sería su gran aventura, volver a la sierra, vivir una jubilación afanada entre el campo y los viajes, construir una casa absurda y grande para darse a los placeres, incluido el horno de leña o la lectura. Un infarto la deja viuda y desorientada pero por poco tiempo. El Partido Andalucista le propone encabezar la lista al Ayuntamiento y para pasmo de los próximos, que la imaginábamos de joven pero laboriosa abuela, acepta, saca el carnet de conducir y se compra un coche que la llevaría mil y una vez a esa Diputación de Huelva donde tantos amigos hizo. Fue la primera alcaldesa del PA y también la primera de la sierra e incluso la primera que casó a un familiar cercano, su hija, cuando las corporaciones pudieron ejercer de casamenteros.
Pero sobre todo fue una gota malaya en las sienes de todo aquel que podía hacer algo por su pueblo. La fortuna hizo que al restaurar el retablo de la iglesia descubrieran pinturas del siglo XV, un punto más para un pueblo donde hay tradiciones añejas y mestizas: una plaza con un olmo de mil años en medio, el rito de la fiesta del álamo, una respetable cantidad de artistas y poetas. Tal vez por eso su anual certamen de pintura que ella y el crítico Pérez Guerra promovieron es poderoso, tal vez por eso no hay crisis que lo haya condenado.
No había diferencia entre la madre y la mujer, tan tolerante con sus hijos como con sus vecinos, tan generosa, tan compasiva. Tal vez esa palabra, compasión, defina su manera de estar y la herencia que deja. Compasión, curiosidad y afecto: ladrona de corazones, el de Jorge Martínez Reverte y Mercedes Fonseca, Inés Alba, Carlos Funcia, Paco Correal, Paco Rosell, Marta Carrasco, María Esperanza Sánchez, Paco Gómez, una lista tan interminable como todos los que llamaban a su puerta. Rosamar Prieto y Juan José Díaz Trillo fueron su ojito derecho. A Carmen Calvo le agradeció toda la vida que hiciera grande un pueblo pequeño porque la cultura sirve exactamente para dar el tamaño exacto de las cosas. Por Antonio Maíllo, profesor en Aracena, siempre tuvo debilidad.
Ha muerto a punto de los noventa, como Hija Predilecta de Cortelazor y bisabuela de una hamburguesa feliz a la que fue a ver hace apenas dos meses. Porque irse (eufemismo habitual)…Blanca Candón no se ha ido.
Y ha dejado un reguero de caramelos de café que obsequiaba y que gozaba con glotonería contenida. Café para todos, caramelos como puentes, puertas, palabras. La pipa de la paz de una mujer para la que la patria (acababa de empezar la novela de Aramburu) era siempre el prójimo.
Querida Blanca,
a mi también me arrebataste el corazón y por eso hoy me siento más huerfana todavía.
Que bien nos lo hemos pasado juntas.
Recuerda que tú y tu sonrisa estaréis presentes
y a mi lado ese día que nos teníamos prometido.
Te quiero.
Paquita, mujer pensionista...Tengo 91 años pero no soy gilipollas
lunes, 16 de enero de 2017
Unamuno y el ajedrez: amor disfrazado de odio...
El deporte mental fue una obsesión para el eminente filósofo español (1864-1936) durante toda su vida
La pasión del ajedrez degenera a veces (pocas) en obsesión. Un ejemplo
claro es el del brillante filósofo bilbaíno Miguel de Unamuno, escritor
de la generación del 98, que también fue diputado por Salamanca
y rector de esa Universidad, de cuya muerte se cumplieron 80 años el
pasado día 31. Como también le ocurrió a su coetáneo Santiago Ramón y
Cajal (1852-1934), premio Nobel de Medicina, Unamuno necesitó mucha
fuerza de voluntad para que el ajedrez no lo desviase de su carrera
profesional.
niega la comunión a una mujer por dejar de dar donativos a la Iglesia...
Un cura de Ciudad Real niega la comunión a una mujer por dejar de dar donativos a la Iglesia
Los vecinos de San Carlos del
Valle se han echado a la calle para protestar contra su párroco. Además,
también se quejan del trato que da a los niños.
Manuela Carmena reduce 923 millones de euros la deuda de Madrid en 2016 ...
Manuela Carmena reduce 923 millones de euros la deuda de Madrid en 2016
Ahora Madrid ha disminuido el endeudamiento del ayuntamiento un 32% desde que gobierna
El Ayuntamiento de Madrid termina el año con una deuda ligeramente superior a la que presupuestó Ana Botella para 2018
El
consistorio lleva dilapidados 351 millones en productos financieros
tóxicos contratados por Gallardón. En 2016, los gastos financieros por
estos productos ascendieron a 69 millones
cosas que siempre hacemos mal cuando comemos sushi...
12 cosas que siempre hacemos mal cuando comemos sushi
Nadie nacido fuera de Japón logra un 100% de acierto
Tenemos que asumirlo: comemos sushi mal. Muy mal. Y demasiada gente cree que lo comen bien. Muy bien.
Un japonés que no ha salido en su vida del Mercado de Tsukiji (Tokio),
donde cada día se negocia con casi 3.000 toneladas de pescado fresco,
gritaría como un kamikaze si viera nuestros pecados mortales con la
tabla de sushi. Para un buen sushiman, cometemos
miles de crímenes contra la humanidad cada vez que nos enfrentamos a la
bola de arroz con pescado crudo.
domingo, 15 de enero de 2017
Rusia tolerará la violencia de género y doméstica una vez al año...
Rusia tolerará la violencia de género y doméstica una vez al año
El parlamento prepara un cambio legislativo que despenaliza la violencia contra la mujer y en el ámbito familiar y la castiga con una simple multa administrativa
Solo cuando el agresor vuelva a golpear al mismo familiar en el plazo de un año podrá ser procesado por la vía penal
Además, la justicia no actuará de oficio, sino que las víctimas deberán reunir ellas mismas todas las pruebas y acudir a los tribunales
"Empecé en el mundo del cine barriendo el estudio"...
El productor de Maestranza Films, con 25 Goyas y 40 películas a sus
espaldas, recibirá este sábado en Sevilla la Medalla de Oro en los
premios Forqué
Pérez puso Andalucía en el mapa del cine internacional con 'Solas', que lanzó al estrellato a Ana Fernández y María Galiana
Su
bautismo en el mundo cinematográfico llegó de la mano de Buñuel, con el
que trabó amistad "porque ambos éramos muy aficionados a los libros de
viejo"
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