Mientras que aquí le dábamos al churro
con chocolate humeante,
y tortitas con nata.
A nuestros oídos llegó y vimos en el cine que había nacido un nuevo estilo de vida americano,
el llamado american way of life.
Y a esta España tuya, mía, nuestra llegó la americanización.
Como siempre tarde, pero llegó su influencia y empezamos a cambiar nuestras costumbres.
Madrid empezaba a despertar, a modernizarse
y a vestirse de color.
En 1955 y en la Gran Vía 55 empezamos a cambiar nuestros hábitos alimentarios y costumbres
gracias a la Cafetería Nebraska.
Los dueños eran cuatro, asturianos y hermanos...
Los Blanco. Imbuidos del espíritu americano abrieron un local lleno de color y nuevos alimentos.
Las calles de Alcalá, Goya, Bravo Murillo recibieron hasta 6 establecimientos y los madrileños empezamos a aceptar conceptos como perritos calientes, hamburguesas, platos combinados, tortitas con nata, kétchup, mostaza ...
¿Quién no ha probado o ha oído hablar de los perritos calientes de Nebraska?
Eran su plato estrella.
Probar uno, mancharte con sus salsas y murmurar ummmmmmmm era una deliciosa sensación.
Sabías que el kéchup era salsa de tomate natural
pero siempre te hacías la misma pregunta
¿Cómo y con qué está hecha esta mostaza?
¿Cuál es su fórmula mágica?
Han pasado 62 años y las cafeterías Nebraska
han sido fagocitadas por los nuevos tiempos.
Lo intentaron pero no lo consiguieron.
A sus clásicos platos añadieron cultura.
Ofrecieron un espacio para representar teatro, exposiciones, cuentacuentos... pero no fue suficiente atracción.
El concepto de ocio alternativo con cultura gratis no cuajó y el telón se vino a negro.
Madrid, La Gran Vía y su historia han perdido un referente y 92 trabajadores han perdido sus puestos de trabajo. Se autodenominan #Los92DeNebraska y ellos se van pero nos dejan un secreto que han decidido que nos pertenece a todos.
Porque La #MostazaDeNebraska es de Madrid.
Dicho y hecho.
Aquí está la fórmula secreta de la mostaza de Nebraska.
Y esta es la clave, la fórmula secreta.
Una mostaza alemana mezclada con una mahonesa o mayonesa clásica, es decir la de toda la vida con su poquito de huevo, aceite de girasol, sal y vinagre.
El secreto está en buscarle el punto a la proporción entre mostaza y mayonesa
#Gracias #Los92DeNebraska
Cada vez que hagamos la salsa os recordaremos
y mucha suerte.
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