Esta semana, nuestro pianista favorito, James Rhodes, nos presenta su nuevo libro “Fugas”. Y seguimos con Rajmáninov de fondo mientras Rhodes reflexiona sobre la vida y la felicidad.
Rhodes nos habla de intentar llenar nuestros vacíos internos con materiales externos, y asume que esto no funciona. “Tener un millón de amigos en Twitter es como tener un millón de euros del Monopoly. No sirve para nada”. Hemos caído en esto, y Rhodes también.
Nuestro artista ha llegado a asumir frases tan sentenciosas como: “Quiero estar libre de medicamentos, pero, a la vez, sin ellos, no sé si estaría aquí”. Su filosofía es clara: “La vida sin música es inconcebible”. A pesar de todo lo malo, James Rhodes acaba afirmando que “frente a todo el ruido y todas las dificultades a las que todos nos enfrentamos, la vida está muy bien”.
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