Buscar en este blog

martes, 27 de diciembre de 2011

Maria Magdalena...

Estrellita Castro...

Era la Malena, cañí muy cabal,
como una medalla de bronce fundido,
hecho con la sangre del mismo metal,
Jesús, el platero, su amante rendido.
Era la gitana mas guapa y feliz,
que jamás en Serva la Bari, se vió.
Pero la Malena se escapó de allí
y a la mala vida sin pena se echó.
Así decía el gitano,
al verla como moneda
rodando de mano en mano:

Ay, María Magdalena,
que a todos los besos le has dado
rosa de carne morena.
Por lo mucho que has pecado,
yo te perdono, mujer.
Por lo mucho que has amado
y me has hecho padecer.
Vuelve otra vez a ser mía,
vuelve otra vez a ser buena.
Pero vuelve arrepentía,
ay, María Magdalena.

Pobre del platero, que solo se vió.
La burla lo hiere, la pena lo mata.
Aquel duro bronce que altivo se alzó
tiene la cabeza cubierta de plata.
Hasta que un buen día la vió de venir
y a sus pies llorando la cañí se echó.
Para que me perdones he venido aquí,
como a Magdalena, Jesús perdonó.
Y al verla triste y llorosa,
así le dijo besando
su pelo de dolorosa:

Ay, María Magdalena,
que a todos los besos le has dado
rosa de carne morena.
Por lo mucho que has pecado,
yo te perdono, mujer.
Por lo mucho que has amado
y me has hecho padecer.
Vuelve otra vez a ser mía,
vuelve otra vez a ser buena.
Pero vuelve arrepentía,
ay, María Magdalena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario