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lunes, 27 de febrero de 2012

El príncipe proscrito...

El príncipe Laurent, el menor de los tres hijos de los reyes Alberto y Paola de Bélgica, ha sido apartado de los actos oficiales por sus recientes escándalos. Por eso no está prevista su presencia el jueves en los actos oficiales de la fiesta nacional. Laurent y su esposa, la princesa Claire, no participarán pues en el acto religioso en la catedral de Bruselas, ni en el desfile militar ni en ningún acto oficial de la familia real.
El príncipe ha estado ausente de los actos oficiales de la Casa Real en los últimos meses, después de una serie de episodios que han acabado con la paciencia de sus padres, que ya en mayo le apartaron de actos oficiales, aunque la ausencia de los festejos del día nacional es algo insólito.


Las salidas de tono del príncipe llegaron a tal nivel que varios partidos políticos pidieron que dejara de recibir dinero del erario público. Desde febrero, los medios belgas han publicado diversos episodios de la vida del príncipe como el que adelanta que incluirá en su edición del jueves Le Soir Magazine: exigió un asiento en primera en un avión de Brussels Airlines después de haber comprado un pasaje de clase turista.
A Laurent, de 47 años, le retiraron en febrero su permiso de conducir por exceso de velocidad en las calles de Bruselas, infracción por la que ya ha sido sancionado varias veces.
Además, en marzo viajó a la República Democrática del Congo contra las recomendaciones del Gobierno y de la Casa Real, ya que las relaciones de Bélgica su antigua colonia son muy delicadas.
Laurent estuvo envuelto en el pasado en otro escándalo: la implicación indirecta en un desvío de fondos de la Marina belga, por el que fue condenado uno de sus colaboradores militares.

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