Stefan Zweig
1881-1942. Escritor austriaco. Cosmopolita y psicólogo ingenioso destaco por sus obras biográficas y relatos históricos. Se suicidó junto a su esposa en Brasil, donde vivía exilidado desde la llegada del nazismo a su pais.
Hoy hace 70 años que no está pero su obra permanece...
- No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
- Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad.
- El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza.
- Toda ciencia viene del dolor. El dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras que el bienestar se inclina a estar quieto y a no volver la mirada atrás.
- Nada torna a la gente más desnaturalizada e insubordinada que una larga y constante ociosidad.
- La vejez no significa nada más que dejar de sufrir por el pasado.
- La medida más segura de toda fuerza es la resistencia que vence.
- Primera muestra de una auténtica vocación política lo es, en todo tiempo, que un hombre renuncie desde el principio a exigir aquello que es inalcanzable para él.
- Mi objetivo sería más que el convertirme en un famoso crítico o en una celebridad literaria, el ser una autoridad moral.
- En mi vida personal lo más notable fue la llegada del huésped que amistosamente se instaló en aquellos años en mi casa, un huésped que yo no había esperado: el éxito.
- En algunas ocasiones no es nada más que una puerta muy delgada lo que separa a los niños de lo que nosotros llamamos mundo real, y un poco de viento puede abrirla.
- Los puertos y las estaciones son mi pasión. Cada estación es distinta, cada uno lleva en sí mismo una lejanía diferente. Cada puerto, cada barco lleva una carga diversa. Son el mundo en nuestras ciudades.
- Un dolor como el que tienen los niños asustados, cuando despiertan en la noche oscura e impenetrable y sienten que están por completo solos...
- La mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscripta; las cloacas están abiertas y los hombres respiran su pestilencia como un perfume.
- El primer signo distintivo de ese arte es lo ilimitado, lo superlativo del mismo; un deseo de superación y un impulso hacia la inmensidad, que es adonde quiere llegar el demonio, porque allí está su elemento, el mundo de donde salió.
- Es la época la que pone las imágenes, yo tan sólo me limito a ponerle las palabras; aunque, a decir verdad, tampoco será mi destino el tema de mi narración, sino el de toda una generación, la nuestra, la única que ha cargado con el peso del destino, como, seguramente, ninguna otra en la historia.
- Estos minutos fueron el comienzo de un estado de ensueño muy extraño y ferviente, de un sentimiento tan impetuoso y exaltado que apenas le corresponde el término grave y noble de amor. Era ese amor, de fidelidad canina y desprovista de deseos, que los seres humanos generalmente no experimentan en la flor de su vida, que sólo sienten las personas muy jóvenes o muy ancianas.
- Nuestros maestros tampoco tenían la culpa del desolador ambiente que reinaba en aquella casa. No eran ni buenos ni malos, ni tiranos ni compañeros solícitos, sino unos pobres diablos que, esclavizados por el sistema y sometidos a un plan de estudios impuesto por las autoridades, estaban obligados a impartir su "lección" -igual que nosotros a aprenderla- y que, eso sí que se veía claro, se sentían tan felices como nosotros cuando, al mediodía, sonaba la campana que nos liberaba a todos.
- Toda ciencia viene del dolor. El dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras que el bienestar se inclina a estar quieto y a no volver la mirada atrás.
- El destino me ha condenado con una mirada insobornable, una mirada dura, pero un corazón frágil.
- Pero llamarle juego, ¿no es limitarle injuriosamente? ¿No es también una ciencia, un arte algo sutil que está suspendido entre uno y otro jugador, como el féretro de mahoma entre el cielo y la tierra? El origen del juego del ajedrez se pierde en la noche de los tiempos, y, sin embargo, resulta siempre nuevo; su marcha es mecánica, pero su resultado se debe siempre a la imaginación de los jugadores.
- El dolor lleva a buscar las causas de las cosas, mientras que el bienestar induce a la pasividad.
- Entonces, por primera vez, tenía la sensación de hablar por mí mismo y por la época.
- Las pasiones reprimidas, como otros elementos naturales, suelen hacer erupción en el punto menos esperado
- Son muchísimos los que aman; poquísimos los que saben amar
- La medida más segura de toda fuerza es la resistencia que vence
- El hombre espiritual no debe inscribirse en ningún partido; su reino es el de la justicia, que en todas partes está sobre toda discusión
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