A Luis Barcenas por A. Garcia Arteaga.
Señor Luis Barcenas.
No se si llegará a leer esto, pero si lo hace me sentiré muy complacido en que sepa usted de mi historia, porque usted ha influido indirectamente en los acontecimientos de mi vida.
Gracias a su amistad, veo que Construcciones Rubau accede a un gran numero de obras en la comunidad de Madrid. Lo sé de buena tinta porque en esos años de bonanza, con Antonio Vilela y el delegado E.d.l.H, trabajé para ellos como administrativo.
Se sabía.
Se sabía porque solo podías entrar al despacho de D. Antonio si lo conocías. Porque D. Antonio estaba en esa empresa por lo que estaba. Todos teníamos los teléfonos de todos en la empresa pero nadie tenia el de D. Antonio. Yo entré en varias ocasiones a su despacho, un hombre amable y correcto.
Era una delegación donde yo mismo entré a dedo, reconociendo mi mediocridad como novato en el mundo de la construcción, pero sin ser estúpido y aprovechar la oportunidad que se me brindaba. A día de hoy, puedo agradecer haber aprendido un oficio y picardía, mucha picardía de ese mundillo. Y allí he conocido a excelentes profesionales (los menos) y todo un catalogo de mediocres: jefes de grupo, encargados, jefes de obra, todos a dedo y sin saber aprovechar las buenas obras que don Antonio tan calmadamente compraba.
He visto obras con muchas pérdidas, desde las 7 viviendas de la calle Olmo en Madrid hasta las promociones de Vallecas y Mostoles con perdidas de millones de euros. Por la dedocracia, que ni mira la capacidad de un profesional sino que se mide por el "de parte de quien viene", si viene del Granaíno de RRHH que nos llenó las obras de sus amigos puteros y ladrones o vienes de parte del Delegado. Esa era la medida.
Ahora surge en mí un doble sentimiento: he trabajado durante dos años porque Construcciones Rubau jugaba con ventaja en las adjudicaciones. Los proveedores nos lo decían "Solo pilláis obra vosotros, Ferrovial y Fomento". Harto estaba de la frase, pero era una realidad demasiado evidente."Porque somos catalanes" les contestaba yo, pensando por debajo: " lo que estará haciendo D. Antonio en su espartano despacho para que nos caiga otra obra de la EMV o del IVIMA"
Ahora recuerdo (tengo fotocopiado todo en casa, en algo nos parecemos) cuánta gestión, cuántas vueltas dí por unos avales bancarios a devolver de obras terminadas. Yo no los encontraba en ninguna administración. Y ,mira por dónde, los encuentro en unas fotocopias publicadas en el periódico "El País", donde el SR. Vilela le entrega 120 mil euros al PP en calidad de donaciones.
¿Es justo todo esto? ¿Es parte del sistema? Hoy, estoy aquí en mi casa, parado, sustentado por el sacrificio y sueldo de mi novia, mujer integra que todos los días me recuerda que puedo dormir tranquilo, que yo no robé a nadie, que cumplí con mi trabajo. Porque un día decidí hacer caso a mi familia, dejar el mundo en el que trabajaba y para el que me formé gran parte de mi vida.Y me lancé a trabajar, como parte mi familia, en la administración de constructoras.
¿Error? ¿Lección de vida? Si quiere un día tomamos café y charlamos. Sin Acritud.
Mi correo electrónico: lestat25mad@gmail.com.
Un saludo.
jueves, 11 de julio de 2013
A Luis Barcenas por A. Garcia Arteaga...
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