9 jul 2013
Carta al Director del diario El País
Autor: Vecinos por Torrelodones
Tras la “noticia” publicada el pasado día 4 de julio
en el diario El País, Elena Biurrun ha enviado una carta al Director de
este periódico amparándose en su derecho de rectificación de una
información que es radicalmente falsa, pues ni ese coche existe (fue
devuelto hace dos años) ni consta que la alcaldesa tenga a su
disposición privativa ningún otro coche oficial.
Estimado Sr. Director:
En ejercicio de cuanto previene la Ley Orgánica 2/1984 de 26 de
marzo, y sin perjuicio de las acciones legales a las que pudiera tener
derecho, en mi calidad de presidenta de Vecinos por Torrelodones y
Alcaldesa del municipio le ruego que inserte en el próximo número de su
publicación el escrito de rectificación que les adjunto, con idéntica
relevancia (es decir, en la misma página y con similar espacio y
caracteres) que la información difundida el pasado jueves 4 de julio,
pues se alude a hechos que considero inexactos y cuya divulgación puede
causarme perjuicio tanto a mi crédito como al de mi partido, Vecinos por
Torrelodones.
Ante la noticia aparecida en el periódico que usted dirige y que
intenta generar dudas en torno a la existencia de un coche oficial al
servicio de la actual alcaldesa de Torrelodones, quiero manifestarle
que, además de absolutamente falsa, solo tiene por finalidad el
desprestigio de un proyecto tan honesto como ilusionante llamado Vecinos
por Torrelodones.
Todos sabemos lo que queremos decir y expresar cuando se habla y
escribe de coches oficiales, de la misma manera que todos sabemos lo que
es el sentido común. Por dicho motivo resulta absolutamente
incomprensible la noticia publicada por su diario el pasado jueves día 4
de julio: Una alcaldesa cazada en el coche oficial al que renunció en un anuncio televisivo. Tanto
por su relevancia como por su tamaño, posicionamiento, titular, apoyo
gráfico, pero sobre todo por resultar absolutamente falsa.
Los hechos son que el anterior alcalde de Torrelodones contaba con un
coche oficial con chofer y guardaespaldas, en el que se desplazaba
para cualquiera de sus movimientos, ya fuera irse de vacaciones, asistir
a sus reuniones de trabajo, acudir a la Alcaldía por la mañana o
llevarle a misa los domingos y fiestas de guardar y esperarle después en
la plaza a que terminara de tomar el aperitivo. Esto es lo que todos
entendemos por un coche oficial, pues sólo así se entienden sus más de
2.500 Km., mensuales. Hasta aquí los hechos. Lo opinable es que esto nos
parezca bien o mal. Como al actual equipo de gobierno no le parecía
correcto, dicho coche (un Volkswagen Passat comprado específicamente
para dar el servicio, con asientos de cuero, lunas tintadas, inhibidores
de frecuencia y un largo etc.) fue devuelto a la empresa de renting y
pasé a desplazarme en mi vehículo personal, de manera que todos los
gastos en que se incurría para el mantenimiento del coche oficial del
anterior alcalde son ahora un ahorro. Los hechos son , pues,
radicalmente falsos, pues es imposible que la alcaldesa haya sido cazada en el coche oficial al que renunció en un anuncio televisivo.
En primer lugar y fundamentalmente, porque dicho coche, al que
renuncié, no existe. Y, en segundo lugar, porque tampoco existe
vehículo alguno destinado a mi servicio.
Y así lo han comprobado y pueden seguir comprobándolo cuantos medios
de comunicación se acerquen a la Alcaldía y observen como mi coche
particular, del que muchas veces se ha hablado, está cada día aparcado,
bien en una de las 4 únicas plazas reservadas para los 21 concejales de
la corporación, bien en los alrededores de la Plaza de la Constitución. O
quienes consulten en la web municipal el estado y situación de los
vehículos municipales.
Este asunto ha sido puntual y prolijamente expuesto a la periodista
que escribió el artículo, y, en un afán por aclarar la situación, a
cuantas personas en su diario han querido escucharnos. La respuesta en
todo momento ha sido negarnos la posibilidad de explicarnos, de
contrastar la noticia con otras fuentes, de admitir documentación
adicional al respecto, de comprobar otras informaciones o la veracidad
de las que hemos facilitado.
En ningún momento hemos negado que el Ayuntamiento de Torrelodones
tenga vehículos a disposición de quien necesite utilizarlos. Lo cual no
quiere decir que alguno de esos vehículos sea mi coche oficial. No lo
es, pues insisto: no tengo coche oficial por mucho que ustedes se
empeñen en ello. Contamos, eso sí, con diversos vehículos, todos ellos
oficiales, tal y como puede comprobarse en la página web (trasparencia
administrativa). Dichos vehículos son utilizados por los policías, los
peones, los jardineros, las notificadoras, los técnicos de urbanismo, de
deportes, de informática y de medio ambiente, los voluntarios de
protección civil, etc. Solo estos vehículos tienen seguro a cargo del
Ayuntamiento en el caso de que sufran algún percance o accidente, lo que
no sucede ni con mi coche ni con el de los concejales, aunque estén
siendo utilizados para asistir a una reunión de trabajo municipal (como
cuando fue quemado el coche del concejal de Deportes, cuya adquisición
tuvo que ser sufragada entre vecinos). Por eso en alguna ocasión pueden
ser utilizados, especialmente si a dicha reunión asiste, además de la
alcaldesa o los concejales, algún funcionario municipal, cuya cobertura
correría a cargo de mi coche o de uno de los concejales.
Este fue el caso concreto que se expone en la noticia publicada por
su periódico y que fue explicado con todo detalle a su redactora. No
tiene sentido a estas alturas intentar conocer los motivos que llevaron a
soslayarlo, como tampoco lo tiene intentar desentrañar por qué se
utiliza la palabra cazar en el titular, o usar la frase: la Alcaldesa y su marido, el concejal de Urbanismo, como si lo segundo fuera consecuencia de lo primero.
Porque lo auténticamente relevante es el hecho de que NO tengo coche
oficial, NO existe un vehículo a mi disposición que me lleve al trabajo y
de vuelta a mi casa, a tomar el aperitivo, a mi cónyuge a comprar la
fruta al mercadillo de los sábados, etc. Si fuera así, sería “vox
populi”, la fotografía que ilustra la noticia sería de mucha mejor
calidad y ya se habrían difundido muchas más, Aquarius no habría hecho
una campaña sobre ello y media prensa nacional y extranjera no lo habría
recogido en sus páginas. ¿Realmente creen que llevo dos años utilizando
un coche oficial a escondidas sin que nadie se dé cuenta?
Periódicos tan prestigiosos como el New York Times o el Wall Street Journal (a
los que hace mención la noticia), que han tratado el tema y lo han
hecho en profundidad y contrastando la información de diversas fuentes,
que han venido por nuestro pueblo durante meses y nos han seguido a la
alcaldesa y a los concejales en nuestros desplazamientos para comprobar
si era verdad lo que afirmábamos, que exigieron la documentación de la
venta del coche oficial del anterior alcalde y mucha otra documentación
antes de tardar seis meses en publicar sus respectivos artículos, sí
dieron validez al hecho de que en Torrelodones la alcaldesa no tiene
coche oficial.
Este es el motivo por el que resulta aún más extraño que un periódico
como el que usted dirige, que se precia de estar a la altura de los más
prestigiosos, haya actuado de la forma en que lo ha hecho. Y nos
extraña doblemente, por ser muchos de los afiliados a Vecinos lectores
fieles de su periódico desde aquel 1976 en el que con la fotografía de
Areilza leían con ilusión y esperanza aquel ejemplar de una cabecera
nueva. La misma ilusión y esperanza con la que nosotros mismos nos
lanzamos a esta aventura política que se llama Vecinos por Torrelodones
31 años después.
Por todo ello, le exigimos una rectificación, de manera que compense
una parte del mal que nos han hecho y que repare las falsedades que,
como se ha demostrado en las redes sociales, buena parte de los lectores
de El País tampoco han podido entender
Cordialmente, queda a la espera de sus noticias
Sin otro particular,
Elena Biurrun Sainz de Rozas
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