1974, Escrivá de Balaguer se
dirigió a la habitual multitud, reunida en aquella
ocasión en el Palacio de Convenciones, Anhemi Park.
Les dijo a las mujeres allí reunidas:
«Cuando viene el marido del trabajo, de su labor, de su tarea profesional, que no te encuentre a ti rabiando. Arréglate, ponte guapa y, cuando pasen los años, arregla un poquito más la fachada, como se hace con las (viejas) casas. ¡Él te lo agradece tanto!»
«Cuando viene el marido del trabajo, de su labor, de su tarea profesional, que no te encuentre a ti rabiando. Arréglate, ponte guapa y, cuando pasen los años, arregla un poquito más la fachada, como se hace con las (viejas) casas. ¡Él te lo agradece tanto!»
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