Día 13/12/2013 - 02.57h
El tratamiento muestra menos efectos secundarios que otros medicamentos utilizados como quimioterapia preventivas
ABC
Se llama anastrazol y un estudio asegura que es capaz de prevenir la aparición del cáncer de mama en las mujeres con más riesgo,
ya sea por sus antecedentes familiares o por haber tenido un tumor
antes de cumplir los 50. El fármaco acaba de superar un segundo ensayo
clínico con 4.000 mujeres y ha demostrado frente a placebo que la toma diaria del medicamento hace caer en picado el riesgo hasta reducir en un 53% las posibilidades de desarrollar este tumor tan común. Pero, además, lo hace sin los efectos secundarios que tenía el tamoxifeno, el primer fármaco autorizado para prevenir el cáncer de mama.
Estos buenos resultados se publican
en la revista médica «The Lancet» y animan a recurrir a la quimioterapia
antes de que el cáncer haga aparición. Aunque estar sano y tomar un
medicamento oncológico como medida preventiva aún se vea como una medida
demasiado drástica para luchar contra la enfermedad. «Sí puede ser una
alternativa a la amputación preventiva de la mama en mujeres con un
riesgo muy elevado», explica Laura García Estévez, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del CIOCC.
El nuevo medicamento se ha probado en un ensayo internacional,
liderado por el Hospital Queen Mary de Londres, con miles de mujeres en
la franja de edad en la que se disparan los casos de cáncer de mama -tras la menopausia, a partir de los 50 años- y con un perfil de riesgo que las hacía candidatas a someterse a una quimioterapia preventiva.
Más beneficios que riesgos
Los resultados muestran una balanza
que se inclina más hacia los beneficios que hacia los riesgos. Y aunque
no está exento totalmente de efectos secundarios sí ha demostrado que
son menores que con el tamoxifeno. Este último se había relacionado con cáncer de endometrio y más probabilidades de sufrir trombos.
En el caso del anastrazol, los problemas colaterales son la pérdida de densidad ósea que eleva multiplica las fracturas por
osteoporosis, aunque este problema se puede resolver con la ingesta de
vitamina D y calcio. El estudio parece descartar que los dolores
articulares que se asociaban a este fármaco se deban relacionar con el
medicamento. Durante el ensayo, las mujeres que tomaban placebo (una
sustancia similar a un azucarillo) experimentaron esos mismos dolores,
típicos de la menopasia.
Medicina preventiva
Con mayor eficacia y menos efectos secundarios, Jack Cuzick considera probado que estamos ante una gran herramienta de medicina preventiva.
«Debería ser el medicamento de elección para las mujeres
postmenopáusicas y antecedentes familiares», explica Cuzick, que es
además el coordinador del ensayo.
El siguiente paso es establecer el criterio de quien podría beneficiarse más del fármaco.
En principio, serían las mujeres con dos o más parientes próximos con
cáncer de mama, tener una madre o hermana que hayan desarrollado este
tumor antes de los 50 o que lo hayan sufrido en ambos pechos, o tener
una historia de varias biopsias por la aparición de lesiones sospechosas
en la mama.
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