Sr. Ministro, puede haber una desgracia... cuidado

Sorprendida por un sonido lejano, seco, inquietante, que baja por las aceras al ritmo del tocotó tocotó tocotó. 

¡Coño! no eran cocos, es una estampida  de negros y moros 

Cargados con grandes bolsas en las espaldas,  corriendo sin mirar y llevándose por delante lo que encuentren,  huyen despavoridos para que no les detengan y  perder los papeles o la mercancía que les da de comer.  

 No es la primera vez que me pilla una de estas avalanchas  y la verdad, da miedo. Sé que lo que hacen no es legal  pero vamos a calcular...

 
¿Cuánto presunto fraude pueden llevar a su espalda? ¿1000, 2000, 3000 € exagerando muchísimo? 

Por ese dinero se les persigue en un juego desigual, grotesco y obsceno del ratón y el gato, con la participación pasiva de los  ciudadanos y la activa de los policías que van metiéndose  en moto por las aceras,  y comunicándose entre ellos hasta que dan caza a su presa.

Un día de estos puede haber una catástrofe irreparable … yo aviso.El centro está petao sobre todo de ancianos paseando, bebés paseados, perros con sus men y ladys dogs disfrutando...

Si por tan poco dinero se les persigue así 
¿A qué juego  público, desigual, grotesco y obsceno 
debería someterse a los políticos corruptos que  
han robado millones de euros?

El mantero siempre pierde,  se queda sin mercancía y con muchos problemas . 

 Ellos, los otros, el  resto, el poder político o financiero siempre gana. Pueden pasar por la cárcel pero al cabo de unos años salen redimidos, participando en programas de TV, dando lecciones de ética, estética,  economía y con los bolsillos llenos, porque el dinero  que no se encontró estaba en sus paraísos fiscales ¿por qué no se cambia la ley y obligan a devolver el cuantioso dinero   a todos estos mandantes mangantes?

 Esto decía yo el 31 de diciembre de 2011. 

Esta semana de agosto 2015, por una  Plaza Mayor petada de gente, la policía motorizada ha perseguido a toda velocidad a manteros que estaban vendiendo sus objetos.

A diario los vecinos sufrimos estas persecuciones que ponen en peligro la integridad de los transeuntes. Espero que nunca haya una desgracia porque se está viendo venir.

¿No hay otra manera de solucionar este problema?

 

Señor ministro usted a recibido a Rodrigo rato para, según él, hablar de sus cosas.

¿Recibiría en el ministerio a un negro mantero para que le contara cómo llegó, cómo es y ha sido su vida, que no tiene trabajo y por qué se dedica a vender objetos falsificados que ellos no producen? 

Los verdaderos delincuentes, los que se lucran con el 

sudor de estos muchachos están veraneando a 

pierna suelta viendo incrementar sus cuentas 

corrientes con el sudor y las lágrimas de jóvenes sin futuro, sin papeles, sin dinero, sin vidas.

Y persigan de una vez a los culpables.