15 marzo 2016
Hinchas holandeses humillan a mendigas en Madrid
12 may. 2010
Manolo Lama fue el pionero.
Humilla a un mendigo durante la transmisión en directo del
programa deportivo emitido a las 3 de la tarde en CUATRO. Este acto fué
tomado en Hamburgo con motivo de la final de la Copa de la UEFA que
disputaba el Atletico de Madrid contra el Fulham.
Sólo racismo
Los seguidores del PSV Eindhoven quemaron billetes por puro y duro clasismo, declarando así su odio hacia las indigentes por el hecho de serlo, a las que por supuesto perciben como seres inferiores
Los medios se hicieron eco este martes de una
lamentable estampa por parte de los seguidores del PSV Eindhoven, la
cual tacharon de 'racista'.
En el vídeo se podía ver
cómo turistas holandeses lanzaban monedas al suelo para que un grupo de
mujeres gitanas corrieran tras ellas y las recogieran del suelo, con los
posteriores vítores de los visitantes. Quemaron billetes delante de
ellas y las hicieron bailar y hacer flexiones para que consiguieran la
limosna.
Tachar esta actuación como racista es de ser muy
benévolos... o de ser muy simples, según se mire. 'Racista' ni siquiera
es el primer apelativo que merecían los susodichos, porque lo cierto es
que no quemaron billetes porque ellos fueran payos y ellas gitanas.
Quemaron billetes por puro y duro clasismo, declarando así su odio hacia
las indigentes por el hecho de serlo, a las que por supuesto perciben
como seres inferiores. Y las hicieron bailar por pura y dura misoginia,
sin ningún temor a una respuesta agresiva por tal humillación. Las
mujeres, ya saben, ante las agresiones rara vez responden con más
agresiones. Y eso, un seguidor del PSV, como cualquier otro, lo sabe
bien.
Los agresores eran blancos y las agredidas,
gitanas. Los agresores eran acomodados, o al menos lo suficiente como
para pagarse un viaje a miles de kilómetros sólo para ver un partido de
fútbol, y las agredidas, indigentes. Los agresores eran hombres y las
agredidas, mujeres. Hacer una sola lectura -la del racismo- de lo que
vimos en la Plaza Mayor de Madrid es tan triste como la agresión en sí.
Porque si nuestra sociedad sólo es capaz de percibir un solo motivo para
tal agresión, estamos condenados a seguir sufriendo humillaciones sin
siquiera darnos cuenta de que, aquello que nos está doliendo, es una
agresión intolerable y, como tal, denunciable.
Si los
medios al mostrar al mundo el vídeo usan sólo la palabra 'racismo', y
se olvidan del clasismo o la misoginia, invisibilizan parte del
problema. Gracias a eso, todo quedará en una actitud racista, algo que
la gran mayoría de españoles ya rechaza. Pero no. Deberíamos tener claro
ya que aquella humillación se produjo no sólo porque fueran gitanas,
sino porque eran pobres y porque eran mujeres. Y también que,
probablemente, el hecho de ser gitanas fue, de hecho, el último motivo y
no el primero, ¿o alguien cree que en el caso de haber sido mujeres
indigentes blancas los agresores hubieran mostrado respeto?
Pero si los medios han hecho una lectura simplista de lo ocurrido, la
que hizo la policía allí presente (que se limitó a contemplar la escena y
sólo actúo para desalojar a las agredidas de la plaza) ya sí que nos
deja sin apelativo alguno.
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