De boca en boca anda la vida de Ortega Cano en los últimos meses. No han parado de contar si es, si hace o si vive bien o mal según el criterio del tertuliano de turno, sin importar el daño gratuito e innecesario que son capaces de hacer. Un grave accidente le tiene estos últimos días toreando con la muerte y ni en estas circunstancias se ha salvado de las especulaciones, muchas de ellas realizadas por personajes que piden respeto para sus vidas http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lacuadrilla/2011/06/01/el-alcoholismo-de-ortega-cano.html
Hoy, hace 5 años que nos dejó Rocío Jurado... esta sería el titular de corazón, corazón, un espacio dedicado a la prensa rosa de TVE, donde nadie tenía el mal gusto de morirse, sólo nos dejaban.Y llevo todo el día pensando que si el torero tuviera un poco de consciencia nos hacía un corte de mangas y se iba con ella a recuperar la sonrisa, el bienestar, el cariño y el estamos tan agustito que tanta falta le hace.
Trabajé varios años en Corasón, corasón , conocí a muchos famosos, realice muchas piezas y muchas entrevistas, aprendí mucho y me lo pasé muy bien y eso que cuando me propusieron trabajar en él lo acepté con muchos perjuicios y dudas.
Mucho se dice, se critica a la prensa del corazón ¿debería o no debería de existir? Después de haber formado parte de ella yo voto porque sí. Igual que enseñamos a nuestro entorno las fotos o vídeos de acontecimientos familiares, de la casa que nos hemos comprado o del vestido adquirido para ir a tal fiesta apetece ver lo mismo de los famosos que admiramos y marcan tendencia, ya que el cotilleo forma parte de nuestra esencia.
El problema es cómo se hace. Hay quienes hemos trabajado siempre a favor... a favor del personaje mostrando la parte amable del entrevistado, a favor de la estética dedicándole tiempo y empeño a cada pieza y a favor de la verdad, contrastando las informaciones y exponiendo lo bueno y lo malo desde la mayor imparcialidad y veracidad de la que eramos capaces.
Pero estoy hablando de otra televisión, la que fortunadamente yo he vivido y que por desgracia ha llegado a su fin.
Hoy no se cuida ni de la estética, ni del personaje ni de la veracidad. Todo da igual, sólo se busca la gresca, la confrontación, las miserias... sus periodistas o presentadores se jactan de su cultura, de sus estudios, de su dinero, de la audiencia sin límites que tienen que sólo les sirve para humillar, rebajar, reírse y llevar al límite psicológico a la presa escogida consiguiendo una y otra vez destrozar vidas ajenas.
Vivimos otra época, otra televisión de mefistotélicas productoras que venden pactos faústicos a cambio de un minuto de gloria ¿de verdad os vale la pena no tener alma?
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