A través de Julio Molina Cuadros
Queridos amigos: Os escribo este
correo para informaros de lo que no sale en prensa. La sanidad madrileña
será ineludiblemente privatizada, empezando en 2013 por los ¡6!
hospitales de reciente construcción y probablemente continuando en los
próximos años con el resto. Como trabajadora de
la sanidad pública comprometida con mi trabajo y con la firme creencia
en los principios de universalidad, igualdad y calidad de la asistencia
sanitaria me veo en la obligación moral de haceros saber que: 1. se está
produciendo YA el desmantelamiento sistemático de la sanidad pública.
2. a partir de ahora, las prestaciones sanitarias se proporcionarán en
base a las reglas del "negocio". Es decir, a las empresas que compren
los hospitales se les pagarán X euros por habitante asignado. Según la
información remitida desde la consejería: en la sanidad pública la media
que "cuesta" la asistencia sanitaria en Madrid es de 600 eur/habitante;
se prevé una asignación de 400 euros/habitante en las privatizaciones.
Podéis imaginar fácilmente cómo obtener ganancias (poneos en la posición
del comprador). 3. Es previsible que la asistencia sanitaria que se
preste, de forma "pública" se vea reducida a unos "mínimos básicos
asistenciales". Las enfermedades de elevado gasto serán derivadas a
centros de "complejidad asistencial", inicialmente los hospitales
grandes de Madrid (La Paz, 12 Octubre, Ramón y Cajal...) y es más que
posible que en un futuro no muy lejano queden excluidas de la cartera de
servicios de la sanidad pública, o al menos ciertas prestaciones y
tratamientos. Es decir, 2 tipos de prestaciones sanitarias: la pública y
semigratuita y la que se pague a parte. 4. Se continuará con la
limitación a los médicos a recetar determinados medicamentos
(penalizaciones económicas) y con el progresivo incremento del % del
medicamento a pagar por el "cliente público". 5. Es posible que se
comience a pagar por consulta y un % por las pruebas diagnósticas que se
realicen (esto lo veo venir aunque no hay nada comunicado aún). 6. Ni
que decir tiene por qué esto no aparece en prensa, por qué no hablan los
sindicatos. La versión oficial es que la sanidad en Madrid es pública y
de excelencia. Y si no lo percibís así, los culpables somos y seremos
los trabajadores, que somos unos vagos ineficientes, como reiteradamente
se "sugiere" a través de los medios de comunicación ("privatizando,
espabilaremos"). Medios de comunicación claramente independientes y
libres. 7. Madrid será la cuña a partir de donde el modelo se extenderá
al resto de España. Más aún, es muy probable que se privaticen otros
sectores, como la educación, incluyendo universidades. Preparaos a pedir
créditos para asistencia sanitaria y para la Universidad de los niños.
Se apuesta por el modelo económico americano, que como se ve en la
realidad económica global tan buenos resultados da. 8. Pese a todo esto,
los profesionales sanitarios que trabajamos y creemos en la sanidad
pública seguimos luchando por defenderla y por proporcionar asistencia
de calidad a pesar de los recortes y limitaciones. Debéis saber que no
lo hacemos por dinero (nuestro sueldo se ha reducido en aprox 25% en los
últimos años, considerando no sólo la bajada sino el aumento de horas)
sino por vosotros, nuestros pacientes. Aunque les resulte increíble a
los gestores. La calidad de la sanidad pública en Madrid se debe al
tesón personal y la ética de cada uno de los trabajadores, no a los
"grandes planes para la sostenibilidad del sistema" de nuestros ilustres
consejeros, asesores y reasesores, quienes no sufren recortes, por
cierto. Planes basados en la improvisación y las medidas "urgentes" y
contradictorias para las cuales en ningún momento se ha contado con la
opinión de los propios trabajadores sanitarios (no sabemos nada del
tema, obviamente) y de las que nos enteramos en el último momento. Si
las medidas hubieran sido transparentes y comunicadas, abiertas al
diálogo, los propios profesionales habríamos podido proporcionar ideas
valiosas que al menos habrían amortiguado el impacto en la población.
Pese a la creencia de los políticos, somos conscientes de la crisis y
también de la necesidad de optimizar los recursos. Lo venimos haciendo
todos estos años, empleando en ello hasta nuestro tiempo libre; es lo
que pomposamente se denomina de un modo políticamente correcto la
"lealtad institucional". 9. Los mismos profesionales seguiremos
intentado ofrecer la mayor calidad asistencial en el nuevo escenario
laboral. Sin embargo, es posible que las prestaciones que podáis recibir
sean menores. Pese a todo, tenéis nuestro compromiso y voluntad de
trabajo para proteger vuestra salud, que es nuestro objetivo (médicos,
enfermería, auxiliares, matronas, fisioterapeutas, optometristas y demás
profesionales de la salud pública). 10. Ya tenéis la información.
Pensad qué hareis con ella. Difundidlo a todos vuestros conocidos, que
todo el mundo conozca los planes de estos politicastros.
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