Estas cuatro mujeres tenían nombres. Anotadlos:
Prudencia Acosta, María Antonia de la Purificación (conocida por sus
vecinos como «Pureza»), Antonia Juntas Hernández («Antonia la
Planchadora») y Antonia Gutiérrez Hernández. No las olvidéis.
Fueron rapadas, agredidas, obligadas a beber el aceite del fascismo y
exhibidas como vulgares trofeos de la jauría junto al estanco del
pueblo. Sucedió en Oropesa, Toledo. Sí, aquí mismo.
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