gracias María por tu fortaleza, optimismo y generosidad al compartir con todos...
...En este instante, breve y duro instante,
¡cuántas bocas de amor están unidas,
cuántas vidas se cuelgan de otras vida
exhaustas en su entrega palpitante!
Fugaz como el destello de un diamante,
¡qué de manos absurdamente asidas
quieren cerrar las más leves salidas
a su huida perpetua e incesante!
Lentos, aquí y allá, y adormecidos,
¡tantos labios elevan espirales de besos!...
Sí, en este instante, ahora que ya pasó,
que ya lo hube perdido,
que ya lo hube perdido,
En este instante, breve, y duro instante...
...Olvidemos el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa de su entidad de ayer
y que define el transcurso del tiempo
y su eficacia.
y su eficacia.
¿A qué llorar por el caído fruto,
por el fracaso de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?
No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio
y sonreíd:
Nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.
la lágrima fue dicha...
ahora...
¡A la calle!,
que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
versión en vídeo...
Maravilloso, Marisa!
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