GEORGES BRASSENS... Yo tuve un gran amor durante un chaparrón
y sentí aquella vez tan intensa pasión
que ahora el buen tiempo me da asco
cuando el cielo está azul no lo puedo ni ver
que se nuble ya el sol, que se ponga a llover,
que caiga pronto otro chubasco.
PACO IBAÑEZ... Confirmando el refrán una noche de abril
la tormenta estalló, mi vecina febril
asustada con tanto trueno
brincó en un santiamén del lecho en camisón
y se vino hacia mí pidiendo protección.
- Auxílieme usted, sea bueno.
JAVIER KRAHE...
Ábrame por piedad que estoy sola y no sé
si podré resistir, mi marido se fue
pues tiene entre otros muchos fallos
que en las noches así abandona el hogar
por la triste razón de que va a trabajar,
es vendedor de pararrayos -
ALBERTO PEREZ
Bendiciendo al genial Franklin por su invención
en mis brazos le di curso a su petición
y luego el amor hizo el resto
mira tú que instalar pararrayos por ahí
y olvidarte poner en tu casa, caray
cometiste un error funesto.
EDUARDO PERALTA
Varias horas después, cuando al fin escampó
ella se hubo de ir, pero antes me citó
para la próxima tormenta
- mi esposo va a llegar y si en casa no estoy
se me va a resfriar, así que ya me voy,
a secarle la gabardina -
ISMAEL SERRANO
Desde entonces jamás he dejado el balcón
no hago más que poner la máxima atención
en cirros, cúmulos y estratos
la menor nube gris me colma de placer
aunque a decir verdad sé que no han de volver
tan torrenciales arrebatos.
A base de vender palitos de metal
su marido reunió un pingue capital
y se hizo multimillonario y a vivir la llevó
a un imbécil país donde si se oye llover
será porque haga pis
algún niño del vecindario.
Ojalá mi canción llegue al Sahara aquel
a decirle que yo le seré siempre fiel
que la llevo dentro del alma
que aunque sople el Simún
con seca realidad un día nos va a reunir una gran tempestad
tras la que no vendrá la calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario