Este blog del periodista Fernándo López Agudín, debería de ser de obligada lectura para todo aquel que quiera seguir la actualidad política desde un análisis serio, profundo y con conocimiento del terreno que pisa.
El análisis concreto de la situación concreta
Muy recomendable.
4 mayo 2015
Podemos, más que nunca
La dimisión de Monedero refuerza el liderazgo de Pablo Iglesias. Podemos se consolida como una socialdemocracia fuerte.
Apenas ha durado unas horas la algarabía mediática sobre la dimisión de Monedero como dirigente de Podemos.
Quienes llegaron a crucificarle por sus trabajos profesionales en
Venezuela comprueban que aquellos clavos se vuelven como un búmeran
contra los que le describen como víctima tras describirle como un gran
defraudador. Quienes le ningunearon académicamente, quienes le
calumniaron mediáticamente, ven como sus palabras de ayer les impide
rentabilizar hoy la crisis porque la imagen de Monedero
como lastre de Podemos- que vendieron a través de los medios de
comunicación del Ibex 35- beneficia a la dirección puesta en cuestión
por el profesor dimitido. Su dimisión en solitario, recalcada por el
propio Juan Carlos Monedero cuando llega a señalar recupero la voz que sólo me representa a mí mismo, resitúa el alcance exacto de su decisión personal.
Que más quisieran Mariano Rajoy, Felipe González o Cayo Lara que hubiera sido la espoleta de una escisión de Podemos. No es una buena noticia para el bipartidismo y su estraportín IU esta muy rotunda reafirmación del liderazgo de un Pablo Iglesias
contrario al izquierdismo que preconizan algunos rancios grupúsculos de
extrema izquierda- tan contados que incluso bien podrían caber en un
microbús-que asimismo estuvieron en la gestación de la gran alternativa
política nacida al calor de la movilización del 15-M. El desenlace de la
crisis Monedero no es menos Podemos, sino Podemos más que nunca. Esta
derrota del infantilismo político, sobre el que apostaban PP, PSOE e IU
para frenar la huída de su electorado, refuerza electoralmente a
Iglesias al producirse antes de las urnas de mayo.
Una buena parte de este debate interno
que ha terminado con la salida de Monedero reside precisamente en el
tipo de política a desarrollar con las bases sociales que todavía votan
al cadáver insepulto de IU o a ese enfermo terminal que es el PSOE.
No es casual que se haya manifestado tras las elecciones andaluzas.
Justamente porque el horizonte socioeconómico es dramático se hace
urgente la tarea de intentar empujar a la joven generación del PSOE e IU
a políticas socialdemócratas. El socialoportunismo que les define no es un obstáculo insalvable. Recuérdese que un Largo Caballero, colaborador de la dictadura de Primo de Rivera, se autodefinía despúes como el Lenin español. No hace falta tanto; con ser un laborista como Clement Atlee-que
tras la última Guerra Mundial creó el Estado del Bienestar en
Londres-es más que suficiente para la angustiada sociedad española.
Es una crisis de crecimiento la que vive Podemos, nunca terminal como PSOE, PP e IU. Es una lucha de ideas, no burocrática, la que se ventila en su seno. Es una formación sociopolítica viva que intenta encabezar la rebelión de las jóvenes generaciones contra las viejas generaciones responsables de la vieja farsa bipartidista que ahoga a la inmensa mayoría de los españoles. Es una discusión que tiene como telón de fondo la esperanza de la sociedad española de cambiar de rumbo. Que en su seno coexistan corrientes en pugna es signo tanto de vitalidad como de eficacia. No hay que olvidar que la revolución rusa de octubre de 1917 la dirigió un Partido Socialdemócrata Ruso pese a contar con dos importantes fracciones políticas en lucha abierta, bolchevique- menchevique, junto con otras tendencias no menos en pugna. Mucho menos difícil será, cabe deducir, cuando el partido en cuestión trata sólo de orientar la regeneración de España.
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