En la boca del lobo
El blog de Ramón Lobo
Ramón, mis respetos y solidaridad...
ahora El País es lo mismo pero no es igual. Besos y buen camino, seguiré tus huellas alla dónde las dejes.
Lunes, 12 de Noviembre de 2012 ...
00:19 He recogido mis cosas de la redacción: un jardín zen que mimaré en casa, un jersey viejo sin mangas para las noches de frío y unos cuantos diccionarios. El resto lo llevo dentro. Ha sido duro por la emoción de los compañeros y por mi sensación de que cada paso era el último después de 20 años y casi tres meses en la Plantación, como siempre la he llamado.
00:19 He recogido mis cosas de la redacción: un jardín zen que mimaré en casa, un jersey viejo sin mangas para las noches de frío y unos cuantos diccionarios. El resto lo llevo dentro. Ha sido duro por la emoción de los compañeros y por mi sensación de que cada paso era el último después de 20 años y casi tres meses en la Plantación, como siempre la he llamado.
En unas horas tengo cita en una notaría de Madrid. Van a entregarme
la carta de despido, el cheque Rajoy (20 días por 12 meses) y el
finiquito.
Aunque tengo proyectos, que ya iré desgranando, siento vértigo. Los
muchos mensajes de apoyo no se han traducido, de momento, en ofertas de
trabajo.
Leo los tuits y los mensajes en Facebook y percibo un incendio
descomunal que la empresa parece no ver. No quiero que muera El País,
donde he trabajado tanto tiempo y tan a gusto y en el que siguen decenas
de amigos. Por eso, y por costumbre, seguiré comprándolo.
Comienza el resto de mi vida
10.30. Día de difuntos tardío. Cita en una notaría
de Madrid. Debe ser de postín: grande, limpia, personal eficaz, educado.
Han dispuesto dos salas porque tantos despedidos exigen redoble. El
notario se desliza de una a otra. Sonríe lo justo, entre una amabilidad
necesaria y la severidad del momento. Una mujer me entrega los papeles
que debo firmar. Una autómata humana. No es la primera vez que lo hace.
Firmé cuatro o seis veces con un No conforme, recogí los cheques y dije que la escena parecía de Up in the Air pero sin George Clooney. Por no afear al notario que observaba sorprendido, le espeté: “Él es más alto”.
Fui al periódico para despedirme. Habían desconectado mi tarjeta; pasé con la de una compañera. De seguridad avisaron. Imagino la escena: peligroso anarquista dentro del edificio. No saltaron las alarmas porque en el fondo soy un conservador con casa pagada. Mi único acto revolucionario es no tener deudas.
Me despedí de mis compañeros, uno a uno. Lo necesitaba.
Ahora siento liberación, aire en los pulmones. Se acabó el duelo, comienza el resto de mi vida.
Comienza el resto de mi vida
Lunes, 12 de Noviembre de 2012 ...
Firmé cuatro o seis veces con un No conforme, recogí los cheques y dije que la escena parecía de Up in the Air pero sin George Clooney. Por no afear al notario que observaba sorprendido, le espeté: “Él es más alto”.
Fui al periódico para despedirme. Habían desconectado mi tarjeta; pasé con la de una compañera. De seguridad avisaron. Imagino la escena: peligroso anarquista dentro del edificio. No saltaron las alarmas porque en el fondo soy un conservador con casa pagada. Mi único acto revolucionario es no tener deudas.
Me despedí de mis compañeros, uno a uno. Lo necesitaba.
Ahora siento liberación, aire en los pulmones. Se acabó el duelo, comienza el resto de mi vida.
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