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viernes, 29 de noviembre de 2013

Susana Díaz: no es pasión todo lo que reluce


La presidenta andaluza, más que una solución, podría ser un nuevo problema al fagocitar el demandado cambio con las maneras de siempre.

Las voces críticas, amparadas en el 'off the récord', cargan contra su reverso tenebroso: populista y fontanera orgánica.
La defenestración de Mario Jiménez refuerza a quienes la acusan de 'killer' implacable y avisan de que le seguirán otros
Susana Díaz, entre Javier Fernández (presidente de Asturias) y Zapatero en el congreso de Granada / Flickr PSOE-A
Susana Díaz, entre Javier Fernández (presidente de Asturias) y Zapatero en el congreso de Granada / Flickr PSOE-A
 
 

Pilar Portero
 Pilar Portero es periodista, ha trabajado, por orden cronológico, en Radio3, en la revista de información general El Siglo, en el Negocios de El País, en el Magazine de El Mundo, en la Sección de Madrid de El Mundo, en elmundo.es, desde el año 2000. Es una de las fundadoras de soitu.es, en donde trabajó desde 2007 hasta el cierre. En 2010 crea con Ana R.Cañil la web especializada en política y economía tu2is.es
El encumbramiento de Susana Díaz tiene ojiplático a una parte del PSOE. Para algunos, la solución puede haberse convertido en problema. Porque cuanto más asciende Susana Díaz más jibariza a los candidatos a las próximas primarias para elegir al rival de Rajoy en las urnas. "El huracán Susana convierte en segundones a los candidatos de las primarias. En el caso de que anunciara su apoyo a Chacón, Patxi, Madina, o el que sea, la gente se preguntaría, ¿y por qué no se presenta ella que tiene más tirón mediático? Si para ser candidato hay que serlo por la gracia de Susana, que lo lidere ella", advierte un agudo socialista madrileño convencido de que las primarías pueden resultar un fracaso en la movilización de votantes si no hay alicientes. No hay más que observar cómo han pasado de desapercibidas las presencias de Chacón y Madina en Granada. El vacio de poder es el culpable, para muchos, de su inexplicable entronización.
A la nueva secretaria general del PSOE andaluz y de la Junta se le achaca internamente un populismo barato y una clamorosa falta de proyecto que se traduce en un discurso insultancial. "No hay una revisión en profundidad, que es lo que necesita el partido. Están haciendo un lavado de cara porque tienen que distanciarse del pasado, aunque Susana es el pasado. Pero como no ha tenido responsabilidades públicas no se le pueden exigir explicaciones, y eso que ha sido una fontanera entregada y sectaria hasta la médula, una mensajera implacable que siempre ha tenido y ejercido poder en la sombra", apunta un compañero de que ha podido verla en acción desde el gobierno de Zapatero, del que formaba parte.
Esa imagen de killer, que la propia Díaz alimenta, ha quedado patente en el Congreso de Granada del pasado fin de semana. A la vista del personal se cargó a Mario Jiménez, hasta ahora vicesecretario general, nombrándole portavoz del Parlamento andaluz, un cargo sin apenas contenido. "Su gente asegura que quiere que Mario vaya a Madrid, con un cargo nacional. Pero si la dirección está en la cuenta atrás", explica un descreido socialista. No le tembló el pulso, como hace tres años sucedió con Rafael Velasco el tercero de los griñaninis en discordia, tras cuya defunción política, fuentes cercanas al PSOE-A, sitúan a Díaz.
"La de Mario es la primera entrega de la defenestración a la luz del día. Solo uno puede sobrevivir, es la cultura política de Susana, aunque Mario Jiménez habría hecho lo mismo. Ojo también con las palmaditas en la espalda a Pere Navarro, ya le dirigió un aviso al PSC cuando obligó al grupo en el Congreso a cambiar la abstención por el sí a la moción de UPyD contra el derecho a decidir. Al final, se ha trasladado la idea de que Navarro ha entrado por el aro de Susana y ha tomado distancias con la consulta por el derecho a decidir", reflexiona la misma fuente.

¿Una auténtica renovación?

¿Es Susana Díaz un ejemplo de renovación, como ella misma sostiene? Si entendemos por renovación, la acepción 4 de la RAE -"sustituir una cosa vieja, o que ya ha servido, por otra nueva de la misma clase"- efectivamente, ella es la renovación. Si comparamos con lo que la calle está exigiendo a los políticos en uno de los momentos de mayor desafección –democracia interna en los partidos, acabar con las oligarquías, primarias reales, desterrar el personalismo exacerbado...- entonces, la respuesta es no.
"Ella no piensa, actúa. Es lo que su equipo traslada como si fuera una virtud y para diferenciarla de Griñán, que no se daba por satisfecho hasta que había dado todas las vueltas posibles a un asunto. Muchos nos preguntamos qué habrá visto en Susana para designarla sucesora", relata el socialista madrileño. A los de su generación, los tapados en palabras de Griñán, no comparten ni las formas ni el fondo. "Hay que reconocer que ha sabido reconducir al partido en Andalucía, pero los de treinta y tantos y cuarenta somos conscientes de que lo que representa Susana no es lo que espera la sociedad de nosotros. Ni tan siquiera si fuese la nueva Felipe González serviría; es otro tiempo y se requieren otros líderes menos personalistas y más concienzados de compartir el poder", admite un joven y prometedor diputado catalán.
La realidad es que Griñán está orgullosísimo de su creación, a pesar de haberle engullido también a él. Tanto entusiasmo como el que muestra su mentor político, parece provocar en una parte de la prensa y del establishment, aunque quizá no sea tan auténtico. "Si osara hacer algún movimiento fuera de lo esperado, los medios de derechas y Prisa, que tanto la jalean, empezarían la contracampaña. Es más débil de lo que ella se cree. En cuanto comience a ejercer el poder más allá de Andalucía y dejar gente en la cuneta, se afilarán los cuchillos", apunta un socialista del entorno de Ferraz.
Cada vez surgen más voces críticas hacía el encumbramiento exprés de Díaz, voces que piden confidencialidad porque la realidad es que su poder genera miedo de que el tsunami se les lleve por delante. "Los militantes de base están un poco sorprendidos porque no se explican de dónde ha surgido Díaz, los que son secretarios generales regionales le tienen envidia y recelo a partes iguales y los intelectuales del partido están horrorizados porque lo que siempre habían rechazado de la polítca, lo encarna Díaz", analiza un socialista con una situación privilegiada de observador. Diez años para acabar la carrera y las obras de Pablo Iglesias como reconocida lectura de cabecera, sirven para que los críticos desconfíen de su preparación intelectual.
"En todo caso, tiene gracia que el mirlo blanco del PSOE, en pleno auge de la antipolítica, resulte ser al final... el prototipo por excelencia de fontanera orgánica", dice con sorna un insigne socialista de los que piensan que solo un milagro puede salvar al partido de la autodestrucción.
 

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