El primer televisor entró en mi casa cuando yo tenía 5 años. Seguramente ésto me marcó tanto que en cuanto tuve la primera oportunidad cambié mi futuro prometedor como abogada para ser una fiel servidora de TVE el resto de mi vida laboral.
El parte, Matilde, Perico y Periquín, la Sra. Francis... son de las pocas cosas que guarda mi memoria de la radio de mi infancia. Artilugio que ya estaba cuando yo nací y que nunca fue mi presente, siempre era un recuerdo de la casa de mis padres.
En los 80 dejé el Madrid de la movida por la Sevilla de las procesiones, la Feria, el olor, el calor y el color. Mis mejores amigos amaban la radio y tardaron, pero consiguieron poco a poco, que yo también lo hiciera.
Desde entonces la radio y la TV me acompañan dependiendo dónde, cuando y cómo.
RNE y la Ser son mis diales preferidos, con ellos he aprendido a pensar, amar, reír, aprender y cultivar mi cabeza, mis sentidos y mi alma.
No sé si es la edad o la baja calidad que cada día aumenta en TODOS los medios de comunicación, pero ahora los leo, veo y escucho cada vez menos , por no decir casi nada.
De RNE me quedo con Radio3 y Radio Clásica.
En cuanto a la SER la encuentro cada día más aburrida y conservadora. Hay muy buenos profesionales pero no han sabido innovar y modernizarse. Los de la mañana a la tarde, los de la tarde a la mañana, pero... todo sigue sonando igual y a mi ya no me apetecen.
Algún programa de madrugada, Hora 25 , Todo por la radio y sin dudarlo mi preferido A VIVIR QUE SON DOS DÍAS.
He conocido a todos sus presentadores y unos me han gustado más que otros pero creo que la gran revolución de las ondas de la SER ha sido Javier del Pino.
Un periodista de 50 años que ha sido director del informativo Hora 20, Subdirector de Hora 25 con Carlos Llamas. Ha estado 15 años de corresponsal en Washington y desde junio de 2012 me alegra los fines de semana.
Cuando empezó me despistó muchísimo. Hablaba distinto, pensaba distinto, el ritmo era distinto, sonaba en inglés y sus formas eran muy americanas. La simpatía y el sentido del humor no sabía si carecía de ellos o también eran distintos, y sus finales de un tema a otro eran precipitados y a veces bruscos, de pronto se aceleraba y cortaba de sopetón para pasar al siguiente tema. En fin, alucinaba.
Unos meses después Javier ha conseguido hacerlo suyo. Es un programa comprometido, inteligente, divertido, culto. Sus colaboradores, invitados y temas casi siempre dan la talla y la selecta música sigue en inglés aunque de vez en cuando se van colando temas en español. El presentador está más calmado y ha conseguido sacar su personalidad latina, más amable, cínica y divertida que hacen que del programa me guste hasta lo que no me gusta, porque me gusta casi todo.
Felicidades y enhorabuena a TODO el equipo.
Felicidades y enhorabuena a TODO el equipo.
Acaban de cumplir 26 años en antena y Javier del Pino ha conseguido, como dicen los de todo por la radio, ponerme a vivir que son dos días.
Escucha el minuto 26´18"... inenarrable.
Minuto 8´19"... Javier Cansado cuenta su ruptura con la SER.
De los momentos más entrañables, mejor hechos, brillante y genial ha sido la campaña a favor de la vuelta de Javier Cansado.
La de la venta del disco del programa, que me regalaron por mi cumpleaños y que recomiendo encarecidamente, también.
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