El
gato blanco y célibe se mira
En la
lúcida luna del espejo
Y no
puede saber que esa blancura
Y
esos ojos de oro que no ha visto
Nunca
en la casa son su propia imagen.
¿Quién
le dirá que el otro que lo observa
Es
apenas un sueño del espejo?
Me
digo que son gatos armoniosos
El de
cristal y el de caliente sangre,
Son
simulacros que concede el tiempo
Un
arquetipo eterno. Así lo afirma,
Sombra
también, Plotino en las Ennéadas.
¿De
qué Adán anterior al paraíso,
De
qué divinidad indescifrable
Somos
los hombres un espejo roto?
Jorge Luís
Borges
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