En la Edad Media, no existían, cepillos de dientes, perfumes, desodorantes, y mucho menos papel higiénico. Las heces y orinas humanas eran tiradas por la ventana del palacio.
¡ AGUA VA ! es una expresión que alude a la costumbre antigua de vaciar bacines y orinales por balcones y ventanas en una época en que no existía el retrete ni el agua corriente en las casas y las poblaciones no contaban con sistema de alcantarillado.
Por las mañanas, las amas de casa recogían los recipientes de su vivienda y vaciaban su líquido contenido a la calle, tras el grito de aviso de: ¡Agua va…! Con ello se ponía sobreaviso a los posibles transeúntes del peligro inminente de recibir una indeseada ducha.
Cuando las instalaciones sanitarias mejoraron, la costumbre desapareció en buena lógica, pero la frase de ¡Agua va! permaneció en el lenguaje como sinónimo de advertencia.
Entonces sin decir agua va es una expresión que pone de manifiesto que se ejecuta alguna acción —sea cual sea su trascendencia o importancia— sin ninguna señal de aviso previo que permitiera eludir las consecuencias de la misma a aquellos sujetos que pudieran verse afectados por la mencionada acción.
En un día de fiesta, la cocina del palacio era capaz de preparar un banquete para 1500 personas sin la más mínima higiene.
Vemos en las películas a la gente siendo abanicada. La explicación no esta en el calor, sino en el mal olor que exhalaban las personas por debajo de los vestidos (eran hechas a propósito para contener los olores de las partes íntimas porque no se lavaban).
Tampoco había costumbre de bañarse por la falta de calor en las habitaciones y de agua corriente. Así el mal olor era disipado por el abanico.
Pero solo los nobles tenían lacayos que hacían esta labor. Además de disipar el aire también espantaban insectos que se acumulaban a su alrededor.
Quien ha estado en Versalles se ha maravillado con sus jardines, enormes y hermosos que en la época eran mas usados que contemplados ya que se usaban como retretes en las fiestas promovidas por la realeza, ya que no tenían baños y se reunía una gran cantidad de personas.
En la Edad Media la mayoría de las bodas se celebraba en el mes de junio, al comienzo del verano. La razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en mayo, así, en junio, el olor de las personas aun era tolerable.
Asimismo, como algunos olores ya empezaban a ser molestos, las novias llevaban ramos de flores, al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor. Así nace mayo como mes de las novias y la tradición del ramo de novia.
Los baños eran tomados en una bañera enorme llena de agua caliente. El padre de la familia era el primero en tomarlo, luego los otros hombres de la casa por orden de edad y después las mujeres, también en orden de edad. Al final los niños, y los bebes los últimos.
Cuando se llegaba a ellos ya se podía perder un bebe dentro del agua de lo sucia que podía estar.
Los tejados de las casas no tenían bajo tejado y en las vigas de madera se criaban animales, gatos perros, ratas y otros bichos. Cuando llovía a cántaros las goteras forzaban a los animales a bajar. De esto nació la expresión llueven perros y gatos típica anglosajona.
Los más ricos tenían platos de estaño. Ciertos alimentos oxidaban el material y hacia que mucha gente muriese envenenada que, unida a la falta de higiene de la época se hacia muy frecuéntelos tomates, que eran ácidos y provocaban este efecto fueron considerados tóxicos durante mucho tiempo. En los vasos ocurría lo mismo donde, al contacto con whisky o cerveza hacia que la gente entrara en un estado narcolepsico producido tanto por la bebida como por el estaño.
Alguien que pasase por la calle y viese a alguien en este estado podía pensar que estaba muerto y ya preparaban el entierro. El cuerpo era colocado sobre la mesa de la cocina durante algunos días y pasaba con la familia mientras ellos comían y bebían esperando que volviese en si o no.
De esta acción surgió el velatorio que hoy se hace junto al cadáver.
Los lugares para enterrar a los muertos eran pequeños y no había siempre suficiente sitio para todos. Los ataúdes eran abiertos y retirados los huesos para meter otro cadáver. Los huesos eran retirados a un osario. A veces al abrir los ataúdes, se percibía que el enterrado había arañado la tierra, había sido enterrado vivo.
En esta época surgió la idea de, al cerrar el ataúd, agarrar a la muñeca del difunto un hilo pasarlo por un agujero del ataúd y atarlo a una campanilla sobre la tierra. Si el individuo estaba vivo solo tenia que tirar del hilo y sonaría la campanilla y seria desenterrado ya que una persona estaba al lado del ataúd durante unos días. De esta acción surge la expresión Salvados por la campana que usamos hoy día
Muy interesante artículo. Que fuerte lo de la higiene. Menos mal que hoy tenemos empresas como Reforcam que nos ayudan con las instalaciones sanitarias jajajjaj. Un saludo y sigue posteando.
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