Así, envuelven los caramelos, de 16 gustos diferentes, en La Pajarita desde 1852,
cuando Vicente Sola Hijós Palacio y su mujer Lorenza Aznárez
Pérez, decidieron abrir en la Puerta del Sol
número 6 una tienda especializada
en caramelos y bombones ARTESANOS Y DE CALIDAD.
Vicente, eligió el nombre de La Pajarita por culpa de su amigo
Unamuno,
la generación del 98,
a quien le gustaba entretenerse haciendo pajaritas de papel y que ocupaba su tiempo filosofando, escribiendo y siendo un activo ciudadano como diputado por Salamanca.
La familia de Alfonso XIII, Pilar de Borbón , Fabiola de Bélgica,
Lauren Bacall, políticos del Congreso de los Diputados, del Senado, miembros del
Tribunal Constitucional o de la Real Academia de la Historia han sido sus fieles consumidores,
que junto a otras bocas ilustres han saboreado estos caramelos decidiendo, pensando o regodeándose de vaya usted a saber qué cosas.
En 1969 se trasladan a la calle de Villanueva 14, esquina con Serrano, en el lateral del Museo Arqueológico.
Allí acabo de comprar un kilo de caramelos para el padre de mi amiga Itziar, acompañada de María y Harold.
Siguen estando tan EXQUISITOS como la tienda... pequeña y llena de encanto y sabor.
Si te gustan los caramelos de verdad tienes que probarlos.
Si puedes venir a la tienda mejor,
porque podrás ver una reliquia del pasado.
Pero no te preocupes, si quieres puedes ahorrarte el paseo y hacer el pedido on line que los caramelos son los mismos ;)
Así comienza NIEBLA...
Al aparecer Augusto a la puerta de su casa extendió el bastón
derecho, con la mano palma abajo y abierta, y dirigiendo los ojos al
cielo, quedose un momento parado en esta actitud estatuaria y augusta.
No era que
tomaba posesión del mundo exterior, sino que observaba que
llovía. Al recibir en el dorso de la mano el frescor del lento orvallo
frunció el sobrecejo. Y no era tampoco que le molestase la llovizna,
sino el tener que abrir el
paraguas. ¡Estaba tan elegante, tan esbelto,
plegado y dentro de su funda! Un
paraguas cerrado es tan elegante como
es feo un paraguas abierto.
—¿Y cuál es su argumento, si se puede saber? —Mi novela no tiene
argumento, o mejor dicho, será el que vaya saliendo. El argumento se
hace él solo. —¿Y cómo es eso? —Pues mira, un día de estos que no sabía
bien qué hacer, pero sentía ansia de hacer algo, una comezón muy íntima,
un escarabajeo de la fantasía, me dije: voy a escribir una novela, pero
voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá.
Me senté, cogí
unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que
seguiría, sin plan alguno. Mis personajes se irán haciendo según obren y
hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a
poco. Y a las veces su cáracter será
el de no tenerlo. —Sí, como el mío. —No sé. Ello irá saliendo. Yo me dejo llevar. —¿Y hay psicología?, ¿descripciones? —Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada (...). El caso es que en esta novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuere. —Pues acabará no siendo novela. —No, será... será...nivola
Niebla,cuenta la historia de Augusto Pérez, un joven rico licenciado
en Derecho que por culpa de los amores con Eugenia decide suicidarse. Antes de hacerlo va a Salamanca a visitar a Unamuno, y hablan... y se rebela contra su creador...
"–¿Conque no, eh? ––me dijo––, ¿conque no? No quiere usted dejarme ser
yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme,
sentirme, dolerme, serme: ¿conque no lo quiere?, ¿conque he de morir
ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted
se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió...! ¡Dios
dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera;
se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos,
todos, todos sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo!
Se morirán todos, todos, todos. Os lo digo yo, Augusto Pérez, ente
ficticio como vosotros, nivolesco lo mismo que vosotros. Porque usted,
mi creador, mi don Miguel, no es usted más que otro ente nivolesco, y
entes nivolescos sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez, que
su víctima..."
En éste enlace, puedes leer la novela
y ésta es una versión realizada por TVE en 1975, y dirigida por Fernando Méndez Leite
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