¿Es difícil sobrevivir en España como autónomo? Al tener que pagar
una cuota mínima de 180 euros al mes, muchos se lo piensan dos veces
antes de darse de alta en el RETA
(régimen especial de trabajadores autónomos). Esto lo que provoca que
un incremento de la economía sumergida y que muchos “freelancers”
retrasen su incorporación a la Seguridad Social hasta el momento en que
consiguen unos ingresos regulares que les permitan justificar la
cotización.
Para intentar luchar contra esta situación, esta semana hemos visto
como el ministerio de Empleo ha anunciado dentro de su “Estrategia de
Emprendedores y Empleo” una tarifa plana de cincuenta euros al mes,
durante los seis primeros meses, para lo menores de 30 años que quieran
emprender. Aunque actores como ATA se han mostrado satisfechos con la
medida, muchos sindicatos consideran que es una medida que se queda
corta. ¿Pero qué ocurre en otros países de Europa? ¿Tienen las mismas trabas para emprender? Pues
aunque cada país tiene sus propias particularidades, como vemos a
continuación lo normal es que ser autónomo sea mucho más barato y
sencillo que en España.
Reino Unido
En Reino Unido los autónomos que facturen menos de 6.000 euros al
año, pueden legalizar su situación pagando 10 libras al mes (12 euros).
Si sobrepasan esta facturación, pasan a pagar 48,20 libras al mes (56,14
euros) o el 8% de sus ingresos anuales. Este pago da derecho a pensión
estatal básica (normalmente a completar con un plan privado), asistencia
sanitaria y baja por maternidad.
Como en casi todos los países, no existe el derecho a pagar la
prestación por desempleo ni la incapacidad temporal. Este derecho sí se
recoge en la legislación española. Pero para poder acceder a ellos, el
autónomo debe pagar un porcentaje adicional a la cuota que actualmente
esté cotizando a la seguridad social para poder disfrutar de dos a 12 meses de prestación por cese de actividad.
Francia
En Francia los autónomos puedes escoger entre pagar sus cotizaciones
mensualmente, o hacerlo cada trimestre. No existe una cuota mínima de
cotización, sino que se aplican distintos porcentajes en función de la
facturación (12% actividades comerciales, 21,3% en los servicios y un
18,3% en las profesiones liberales).
La parte más positiva sin embargo es que durante los dos primeros
años ni facturan ni desgravan el IVA, solo a partir del segundo año se
empiezan a pagar impuestos e IVA.
Aunque el porcentaje que se retiene en Francia es superior a lo que
ocurre en las islas británicas, también lo es la prestación social que
reciben a cambio: asistencia sanitaria, jubilación, incapacidad temporal
y pensiones de viudedad e invalidez.
Holanda
En Holanda ser autónomo es muy sencillo. Todo lo que tenemos que
hacer es registrarnos a tal efecto en la cámara de comercio de nuestra
ciudad y pagar una pequeña cuota de 50 euros al año. ¿Y ya está? No,
porque si queremos obtener cualquier otro beneficio social deberemos
contratarlo de forma privada. Lo normal es que el autónomo holandés
contrate inicialmente la cobertura sanitaria (unos 100 euros mensuales) y
según va avanzando su carrera optar por otro tipo de seguros
(jubilación, desempleo, etc.)
Italia
En Italia únicamente se paga en función de los ingresos. En el país
transalpino los autónomos pagan el 20% de lo que facturan. En Finlandia
este porcentaje es del 21,5% y en Portugal del 25%.
Alemania
Pese a lo que muchos podrían pensar, Alemania tampoco es un paraíso
para los autónomos. En el país bávaro los profesionales tienen que pagar
una cuota mensual que ronda los 140 euros al mes. La principal ventaja
es que si no facturamos 1.700 euros netos ese mes, no estaremos
obligados a pagar la cuota.
Sin embargo, la figura del autónomo en Alemania no disfruta de ningún
tipo de cobertura social. En este sentido, contratar la sanidad pública
nos costará de 150 a 200 euros al mes. Es decir, los autónomos alemanes
no lo tienen mucho mejor que los españoles.
Estados Unidos
En Estados Unidos la figura del autónomo recibe el nombre de “sole
propietor”. Hacerse autónomo es tan sencillo como rellenar un formulario
on-line y si nos va mal la cosa, podemos tardar hasta 10 minutos en
tener todo en regla. Este procedimiento es completamente gratuito. A
partir de ahí lo único que debemos de pagar como impuestos es el 15% de
lo que facturemos.
Aunque en Estados Unidos resulta recomendable contratar seguros
médicos y planes de pensiones, lo cierto es que nuestra actividad
económica como autónomos nos sirve para ganar puntos en programas
sociales, de modo que no tengamos que invertir tanto dinero. Otra opción
que tienen los autónomos es la de subrogarse al seguro médico de un
familiar (suele ser lo habitual cuando se empieza) de modo que
básicamente Estados Unidos es el paraíso para aquellos que quieren
emprender.
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