Me duele desvelar la razón de este cruel encierro, mas no es otra que la escasa aplicación del quinceañero Borbón a los estudios. Froilán ya ha repetido un curso de la ESO y, como no espabile, jamás va a llegar a ser como Napoleón, como su tío El Preparao, o como Pablo Iglesias.
En ascuas está el pueblo español ante la perspectiva, no tan irreal, de
llegar a coronar a un rey que no tiene ni la ESO. Qué deslustre para la
inmarcesible marca España.
Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón
es, como tantos otros menores, cuarto en la línea de sucesión al trono
español y víctima de unas circunstancias familiares muy escabrosas. Yo
propongo rescatarlo de su extraña familia y de sus eximios e
incompetentes profesores, y mandarlo a estudiar a la pública. Veréis,
altezas del pueblo, cómo mejora.
Porque,
analizando los últimos sucesos, uno propende a pensar que la educación
borbónica y eclesial que están recibiendo niños desvalidos como Froilán
puede resumirse en una sola frase de Maquiavelo: “Si la
fuerza principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os
parece más útil y conveniente para la conservación de vuestra dignidad
está corrompida, debéis reírle las gracias y disculparla. La honradez y
la virtud, en estos casos, son perniciosas”.
A pesar de sus cuitas, yo creo que Froilán es hoy el único Borbón del
que no desconfían, y al que más aprecian, los españoles. A golpe de trending topic, se ha ido forjando un carisma que seduce incluso a los republicanos y a los anarquistas. Sobre todo a los anarquistas.
En resumen, que parece hasta un chaval normal, y los españoles
estamos consintiendo que lo corrompan entre ritos católico-castrenses y
armas de fuego que no traen más que desgracias, como la del pie. Yo creo
que la Marea Verde debería movilizarse por una educación pública,
gratuita y digna para Froilán de Todos los Santos. Cada día se la merece
más, el chaval. A pesar de las notas.
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