En el centro de Madrid puede pasar de todo.
Puede desaparecer la publicidad por el arte de Kiko Jimenez
o te pueden explicar in situ quién era Luis Candelas
y quiénes son sus herederos
mientras unos cerdos aplauden desde el balcón.
Hoy en España muchos sueños amanecieron en vilo.
La Cibeles despertó expectante
y Madrid con una interrogante.
¿Quién será será?
La Diosa ha acogido a cientos de madrileños
que se han reunido para
despejar las dudas en directo.
La mayoría a favor del cambio.
Unos pocos en contra.
©Chema Moya EFE
Y en el consistorio Esperanza no perdió la esperanza
hasta el último momento.
El león, más gay que nunca, llora con la Cibeles
La Cibeles despertó expectante
y Madrid con una interrogante.
¿Quién será será?
La Diosa ha acogido a cientos de madrileños
que se han reunido para
despejar las dudas en directo.
Unos pocos en contra.
©Chema Moya EFE
Y en el consistorio Esperanza no perdió la esperanza
hasta el último momento.
Las barreras impedían avanzar a pesar de los gritos
¡Dejarnos pasar!
Adiós Botella, bye bye PP
chao chao Aguirre
arrivederci orfidensen
Adiós Botella, bye bye PP
Mientras música, baile, alegría y sentido del humor.Adiós Botella, bye bye PP
chao chao besitos
y hasta nunca orfidensen
a Pedro Zerolo.
Y dos vigias de lujo para la nueva etapa.
En la calle, Richard Gere.
Dentro Paul Newman
Por fin llega la confirmación:
Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid.
La alegría se desborda.
y las vallas desaparecen.
Los encuentros y la emoción
saltan por los aires.
Sólo falta que salga Manuela.
Poco a poco todos van saliendo.
Unos alegres, otros no.
Y un comentario en el aire de un señor encorbatado:
El discurso de Aguirre ha sido una declaración de guerra.
Carmona, sonriente, alegre y con la cabeza alta
fue reconocido con aplausos.
©Ángeles Gónzalez Ferrer
Él se sentía bien.
Como la Cibeles.
Le gusta su nueva vecina.
Le gusta la política de los cuidados,
la cultura de las mujeres.
Porque quién sino una mujer
sabe que su planta y el cambio
crecerá con Manuela, crecerá con mujeres..
Acabados los protocolos, cada uno a su sitio:
Manuela y su equipo se quedan trabajando
y el resto se disuelve en todas direcciones.
Unos ciclistas desnudos rodean
la Cibeles por el Paseo del Prado
De vuelta Harold se despide de sus amigos manifestantes.
Se encuentra una pregunta en el suelo
y susurra a sus amigas:
Próxima estación,
el Congreso de los Diputados
©Ángeles Gónzalez Ferrer
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