http://blogs.elpais.com/micropolitica/2012/09/comprendiendo-a-merkel.html
por: Antoni Gutiérrez-Rubí |
06 sep 2012
“La fe en Dios me facilita muchas decisiones políticas”, reconoce Angela Merkel en una
biografía de Volker Resing con un título que evoca un juramento: “Así espero hacerlo, con la ayuda de Dios”.
El libro, que arrasa en Alemania, está estructurado
como una conversación íntima con Merkel y explora e identifica una de los
pilares más básicos de su personalidad: cómo su visión religiosa impregna su
carácter.
Merkel, hija de un riguroso pastor
protestante (“misionero” en la ex República Democrática Alemana), es una
luterana creyente que tomó su cargo -es la primera mujer en asumir la jefatura
de gobierno desde que nació el Estado alemán-
invocando la ayuda de Dios. La actual canciller vivió su infancia y
juventud en una isla religiosa
inmersa en un mar comunista. Estar
sola, aislada, desafiando lo establecido, es la norma en su trayectoria vital.
Lo fue en la escuela y la universidad, lo fue también en su partido. Lo es en
la política. “La fe me enseñó que nadar a
contracorriente puede ser lo adecuado”, afirma sin vacilar. La desconfianza
y la perseverancia son las vigas maestras de su personalidad.
En 1986, Merkel se doctoró en Física
con una tesis titulada “Investigación de las reacciones de desintegración con
ruptura de enlace y cálculo de las constantes de velocidad basadas en métodos
químicos, cuánticos y estadísticos en hidrocarburos simples”. Mereció un
sobresaliente. Conoce bien las consecuencias de la desintegración.
También conoce muy bien el valor
exacto de los compromisos y las palabras. En alemán, los términos ‘deuda’
y ‘culpa’ comparten la misma palabra: schuld.
No es una casualidad menor. Es una manera de entender la vida. Si estás en
deuda, es que quizás cometiste un error y eres culpable. Así habla Merkel. No
es de extrañar que piense así. Se casó con Joachim Sauer, catedrático de
Química, y en 1998 y no adoptó su apellido porque sauer significa ‘agrio’. Hubiera sido demasiado.
The Economist,
en un artículo imprescindible
sobre las relaciones entre fe y economía, analiza el ritual de la absolución de
los pecados en la fe protestante, y lo vincula con las opciones económicas. El
perdón, para los protestantes, no les es otorgado tan fácilmente como en la
religión católica. Para Merkel, la redención pasa por el sacrificio, el
esfuerzo y el dolor. Nada de bulas, ni comprar absoluciones ni licencias. Nada
que valga la pena puede ser fácil, ni cómodo.
La influencia de la moral protestante
en la política económica alemana es central. Max Weber, que ya en 1904 escribió
su clásico ensayo La
ética protestante y el espíritu del capitalismo, explicaba –con
precisión- como la prosperidad de los protestantes alemanes (en comparación con
la de los católicos) no era posible comprenderla sin una profunda explicación
religiosa.
Merkel es protestante. Rajoy es
católico. Al Presidente se le escapa, con demasiada facilidad, la popular y
castiza frase de hacer las cosas “como Dios manda”. Para Merkel, Dios no es un
chascarrillo, y hacer lo correcto es la única manera de hacer bien las cosas. Y
solo el esfuerzo es el camino seguro para el éxito. “Tenéis que ser mejores que los demás; si no, nunca os permitirán
estudiar”. Con esta frase su madre despedía cada mañana a sus hijos cuando
salían de casa. Seguro que todavía la recuerda cuando se levanta temprano.
Este verano, Rajoy descansó en el
Palacio de las Marismillas en el interior del Espacio Protegido de Doñana.
Tras su paso por localidad
onubense de Almonte, que el pasado mes de agosto acogía la celebración del
Rocío Chico, dijo: "a veces estamos pensando siempre en lo
material, y al final los seres humanos somos sobre todo personas, con alma y
con sentimientos, y esto es muy bonito y me reconforta mucho". Pero
hoy con Merkel hablaran de cosas materiales. Muy materiales. Veremos si sale tan
reconfortado.
La canciller alemana confesó, en una
entrevista, que a una isla desierta se llevaría una Biblia. Para matizar esa declaración
tan religiosa, añadió que no le vendrían mal un móvil, una vela y un cuchillo.
Esa es Merkel, la que combina la fe, la palabra, la previsión, … y un cuchillo para
cuando haga falta. Hoy llega Merkel a nuestra isla hispánica. Veremos qué lleva Angie
en el bolso.
Gracias Irene Tenorio por hacérmelo llegar...
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