http://noticias.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/cine/me-llamo-inigo-montoya-tu-mataste-a-mi-padre-preparate-a-morir-la-princesa-prometida-cumple-25-anos_yZrKTVD1a77MRF5pTWSvm6/
“Me llamo Iñigo Montoya. Tu mataste a mi padre… ¡prepárate a morir!”: ‘La princesa prometida’ cumple 25 años
El viernes 25 de septiembre de 1987 los espectadores estadounidenses
escucharon por primera vez una de las frases más icónicas del cine
de los últimos 50 años: “Hola, me llamo Iñigo Montoya. Tu mataste a mi
padre… ¡prepárate a morir!”. ‘La princesa prometida’, una de las
películas que marcaron la adolescencia de los treintañeros de todo el
planeta, cumple hoy 25 años.
En su primer fin de
semana se estrenó en sólo nueve salas. Y, aunque los asistentes a las
primeras proyecciones salieron encantados con este “cuento de hadas
clásico, con combates de a espada, gigantes, un príncipe malvado, una
bella princesa y… sí, algunos besos”, como aseguraban los tráiler
promocionales, fue un fracaso en términos económicos.
Únicamente permaneció en cartelera 11 semanas y apenas recaudó 30 millones de dólares,
algo menos de el doble de los 16 que se invirtieron en su producción.
Quizá una de las claves de su escaso éxito fue que en el momento del
estreno, ninguno de sus actores era una gran estrella de Hollywood. Y, a
excepción de Billy Crystal y, en menor medida, Robin Wright, ninguno tuvo posteriormente una carrera cinematográfica relevante.
Sin
embargo, ‘La princesa prometida’ se convirtió en una película de culto
en 1988. Con el tiempo, la historia de amor entre Wesley y la princesa
Buttercup pasó a ser un clásico generacional gracias al boca a boca y al boom del mercado del vídeo doméstico. De hecho, todavía hoy los cinéfilos pueden encontrar copias de la película en VHS a través de internet.
Un film lleno de curiosidades
Dirigida por Rob Reiner, ‘La princesa prometida’ incluye el que para muchos críticos es el mejor duelo con espadas de la historia del cine,
coreografiado por el legendario maestro de esgrima Bob Anderson,
responsable de las peleas con sable láser de la primera trilogía de
‘Star Wars’ –además de doble de Darth Vader– y fallecido en enero de
2012.
Fundamental pare el éxito del film fue también la banda sonora, compuesta e interpretada por Mark Knopfler,
guitarrista y cantante de los Dire Straits. Se trata de una partitura
sencilla pero épica que se convirtió en un éxito de ventas por sí sola
con todo merecimiento.
Knopfler accedió a componer la música con una única condición: que Reiner le regalase la gorra que utilizó en la primera película que dirigió, ‘This is Spìnal Tap’,
un falso documental sobre la supuesta gira a de un grupo de heavy-metal
que, en realidad, nunca ha existido. Este film, de culto en Estados
Unidos e Inglaterra, era la película favorita del músico escocés.
Un rodaje complejo
Reiner entrevistó a más de 500 aspirantes, entre ellas a una semidesconocida Meg Ryan, hasta encontrar a su ‘princesa prometida’ perfecta. Buscaba a una actriz sin apenas experiencia que recordara físicamente a Julie Christie,
guapísima protagonista de ‘Doctor Zhivago’ y ‘El cielo puede esperar’.
Al final se decantó por Robin Wright, que venía del culebrón televisivo
‘Santa Bárbara’.
Para encontrar a su gigante, tampoco lo tuvo fácil. El papel de Fezzik se lo ofreció en primer lugar a Kareem Abdul-Jabbar, el mítico jugador de baloncesto de Los Ángeles Lakers
–que ya había participado en la película ‘Aterriza como puedas’–, pero
lo rechazó. Entonces a Reiner le tocó perseguir al luchador André ‘El
Gigante’ por toda Europa hasta que consiguió que aceptase la propuesta.
Por
su parte, Billy Crystal, irreconocible bajo kilos de maquillaje que
necesitó para interpretar al Milagroso Max se saltó el guión. Improvisó
casi todos sus diálogos, soltando chistes diferentes en cada toma. Sin
embargo, funcionó. Su interpretación fue tan ingeniosa que el director sufrió un ataque de risa que le obligo a suspender el rodaje y abandonar el plató.
Menos
divertido fue cuando ‘el hombre de los seis dedos’ golpeó a Wesley en
la cabeza. Carey Elwes, que interpretaba al protagonista, pidió que el
golpe fuera “de verdad”. Chris West, que encarnaba al malo de la
película, se negó pero, obligado por los productores, no le quedó más
remedio que hacerlo. La escena acabó con Elwes inconsciente en urgencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario