Un inmigrante subsahariano ha sido descubierto por la Guardia Civil
cuando intentaba colarse en Melilla escondido en el armazón del sillón
del copiloto de un coche. El descubrimiento se ha producido en la Aduana
de Beni-Enzar, cuando los guardias civiles de servicio en ese punto
inspeccionaban un turismo de matrícula marroquí con dos ocupantes, el
conductor y un acompañante. Al iniciar el reconocimiento, unos extraños
bultos llamaron la atención del guardia, que hizo bajar al copiloto.
Esos bultos eran el cuerpo de un hombre, que hacía de asiento. El
asiento humano es un joven de unos 20 años, indocumentado, que aseguró
que venía de Guinea Conakry.
El escondite es una nueva vuelta de tuerca de las mafias que trafican
con personas para introducir a sin papeles en España. Ya han sido
localizadas personas en los salpicaderos, falsos depósitos de gasolina...
Ahora, el inmigrante había sido colocado sentado y su propio cuerpo
hacía de asiento para el copiloto. El asiento humano fue puesto a
disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado al
Cuerpo Nacional de Policía a efectos de la aplicación de la vigente Ley de Extranjería.
Los ocupantes del vehículo, conductor y ocupante, son ambos de
nacionalidad marroquí, de 23 y 21 años, y han sido puestos a disposición
judicial como supuestos autores de un delito contra los derechos de los
ciudadanos extranjeros. El juez decretó su ingreso en prisión. En lo
que va de año, la Guardia Civil de Melilla ha localizado 14 vehículos
con dobles fondos y persona
No hay comentarios:
Publicar un comentario