Juan José Téllez
http://blogs.publico.es/juanjosetellez/2012/09/09/hagan-juego-senorias/
Eurovegas tiene hoy más sentido que nunca: cuando pidamos el rescate y
lleguen los hombres de negro a ayudarnos a patadas, la troika
probablemente nos imponga jugarnos los presupuestos generales del Estado
a la ruleta. El pleno del jackpot consistirá seguro en un talonario de
recetas para adquirir antidepresivos evitando el copago. Si sacas un
repóker, tu hijo podrá ir a la Universidad. Una escala real y podrás
disfrutar este año de vacaciones. Ya escucho a las máquinas tragaperras
seduciéndonos con un tanque de combustible lleno. En la mesa de baccara,
se sortean recibos de la luz y del agua. Habrá un reservado para que
los autónomos y las pymes se jueguen la próxima declaración trimestral
del IVA.
Si Las Vegas la creó un gangster, esta democracia está siendo
refundada por trileros. En el cine en 3D se proyectarán videos eróticos o
pornos robados a concejalas y a periodistas, mientras Esperanza Aguirre
cantará todas las noches a lo Liza Minelli “Money, money, money”, o
“Killing me softly with his song”, en los viajes de incentivo para los
colegios de arquitectos. Cada temporada abrirá sus puertas el gran
teatro del mundo con la reposición del célebre musical “Las verdades del
banquero”.
Será un tiempo feliz, diseñado por la comisión de apuestas privadas
de la FAES, donde los diputados no cobrarán para que puedan nutrirse de
sobres bajo cuerda, de donaciones de empresarios o de fortunas
particulares, y en donde supuestamente ahorraremos parlamentarios, para
que siguiendo las pautas del sistema d´Hont sólo haya del PP, del PSOE y
del nacionalismo periférico. Hagan juego, señorías: el número de su
puesto en la lista estará en el trasero del patito de goma que deben
pescar como si esto fuera una feria.
Los más viejos se suicidarán cuando hayan perdido al bingo lo que le
queden de sus pensiones. Claro que, al carecer de fichas de casino que
utilizar para alcanzar el estatus de ciudadano de pleno derecho, se
reducirá milagrosamente el número de parados obligándoles a quemarse a
lo bonzo cuando tengan que acudir por fuerza a sofocar incendios. Los
profesores interinos en desempleo podrán impartir clase en los másters
de croupiers para cuya matrícula se darán de bofetadas probablemente
todos aquellos que hayan crecido con una videoconsola entre las manos:
ya veo a los filólogos analizando “El jugador” de Dostoievsky, o al
matemático explicando el infalible sistema de Los Pelayos.
Familias enteras desertarán de Marina D´or y acudirán en tropel a
enseñar a sus hijos como ganar al blackjack mientras los abueletes se
echarán unas risas explicándole a sus nietos cómo era la brisca o el
tute subastao. La Oficina de la Defensora del Pueblo contará, eso sí,
con asesores especiales para detectar a los gafes, como un claro ejemplo
de transparencia en la gestión de este fabuloso complejo donde los
dados siempre los cargará el Banco Central Europeo, siguiendo
instrucciones precisas del Bundesbank.
En el pabellón Angela Merkel los niños de San Ildefonso extraerán de
los bombos los números que harán posible la rifa de los eurobonos,
mientras los antidisturbios intentarán impedir la llegada de la marcha
de los jornaleros, disparando bolas de lotería primitiva y cupones de
fogueo. Doscientos indignados, algo es algo, harán sonar de nuevo sus
cacerolas en la Puerta del Sol. La democracia será una quiniela y, si
violamos el reglamento, nos arriesgaremos a cadenas perpetuas revisables
o a condenas a muerte por ruleta rusa. Nos dejarán fumar allí mientras
nos mangan la cartera.
Lo mejor de todo será que Sheldon Adelson, el hijo del taxista que
llegó a magnate de Eurovegas, multiplicará su influencia política. Y
logrará que el mus alcance por fin la categoría de juego olímpico. A
pesar de ello, seguirá sin importarnos cuando obtengan veinte medallas
por semejante disciplina alguno de esos a quienes los incapaces llaman
discapacitados.
España está en juego y les permitimos, sin embargo, que sigan jugando con todos nosotros.
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