Madrid 11- enero- 2010
Los veranos son más agradable si se pasan en buena compañía. Por variadas circunstancias un grupo de amigas decidimos pasar unos días de todos nuestros agostos juntas, para poder mirarnos a los ojos y entre risas y llantos descargar los meses pasados y recargarnos para los futuros. El lugar elegido fue Lanzarote ¿por qué? porque allí vivía Pilar, tenía una casa grande, había mar, le gustaba recibir… En el del 2003 se unió al jolgorio nuestra amiga Regina que nos proporcionó un verano divertido a lo que estaba siendo un verano complicado. Cuando llegó nos dijo que estaba preocupada porque Nica estaba enfermo, lo había dejado al cuidado de su amiga Lola y confiaba en que no pasara nada. Era su gato de 17 años y uno de los 7 que tenía en ese momento. Siempre ha vivido rodeada de felinos, quizás porque ella también lo es, sus ojos grandes y azules la delatan.
Un día recibió la temida llamada y llorando vino a contarnos que Nica había muerto. Intentando consolarla le preguntamos si iba a volver a casa para enterrarlo o qué pensaba hacer y con los ojos llenos de lágrimas nos dijo… le he dicho a Lola que haga lo que quiera con él. Que no me importa que lo entierre o que lo tire a la basura porque eso ya no es Nica, mi Nica era otra cosa, era un ser único que ya no está, ya no es. Eso es sólo su carcasa y ya no vale para nada si él no está dentro. Nos miramos y lloré porque la entendí tan bien. Desde entonces he enterrado a mis muertos de otra manera.
Viendo ésta foto de los terribles sucesos de Haití me han venido a la cabeza sus palabras y me pongo en el lugar del hombre de blanco ¿qué pasa con su desgarro? ¿qué estará pensando?¿qué dolor no tendrá?¿qué horror no sentirá?¿de dónde le vienen las fuerzas?¿cómo va a superar tanta tragedia?¿podrá perdonar a los cielos tan poca piedad?
La foto es de Francisca Frau Martí y Javier , dos españoles que están en Haití ayudando a reconstruir vidas. Ésta foto es de su propiedad y no puede ser usada sin su permiso
¿Hay alguien por ahí? parece que no. Después de un año todo peor, más dolor, más hambre, más miseria, más olvido. Hay tierras que tiemblan de miedo y miles de mujeres y niñas violadas que tiemblan de dolor, de asco, de miedo... ay entrañas, ay Haití...
No, no lo veo yo igual que Regina.
ResponderEliminarEl respeto por los demás va más allá de la muerte de los que se han muerto, mientras se pueda.
¿El hombre de la foto podía hacer otra cosa?
Seguramente el horror y el cansancio le habían nublado los sentidos.
Es muy difícil ponerse en su lugar.
Gracias Marisa por bajarnos de la nube.
ahí está la clave, mientras se pueda
ResponderEliminarte quiero, cocotero