Antonio Sanabria: Economista e investigador en el Instituto
Complutense de Estudios Internacionales (ICEI)...
1. Qué es un 'banco malo' y cómo funciona
El
término hace referencia a una sociedad gestora de activos procedentes
de una reestructuración bancaria. Y su funcionamiento básico sería el
siguiente: la entidad con problemas que necesite sanearse estará
obligada a transferir a esta sociedad gestora o 'banco malo' aquellos
activos considerados problemáticos a un precio prefijado, por lo general
a valor neto contable, es decir, coste de adquisición menos provisiones
(dinero apartado por el banco para cubrir posibles pérdidas). El 'banco
malo' se encargaría entonces de gestionar tales activos y asumiría las
posibles pérdidas.
2. Para qué sirve
2. Para qué sirve
Su
objetivo consiste en sanear entidades en dificultades por concentrar
activos muy por debajo de su valor de adquisición, así como créditos
morosos y de dudoso cobro. Al desgajar del banco aquellos activos
considerados “tóxicos”, el banco ya saneado podría volver a captar
financiación en los mercados mayoristas (consigue que quieran prestarle
de nuevo) y conceder créditos de nuevo.
3. Qué tipo de 'banco malo' se tiene previsto crear en España
3. Qué tipo de 'banco malo' se tiene previsto crear en España
Existen
varias modalidades posibles. Según establece el Real Decreto Ley
24/2012 del 31 de agosto, el 'banco malo' será una única sociedad
gestora de activos, creada por el Fondo de Reestructuración Ordenada
Bancaria (FROB) y que funcionará durante un tiempo limitado a fijar en
sus estatutos, estableciéndose como sociedad anónima. Se tratará de una
entidad mayoritariamente privada: la participación estatal no podrá
igualar ni superar el 50% del capital de la sociedad. El motivo es
evitar que a efectos contables su creación suponga engordar el déficit
público. Su única finalidad será la tenencia, gestión y venta de activos
entregados por las entidades, a quienes el FROB podrá obligar a
transmitir al “banco malo” aquellos activos considerados problemáticos.
Para ello, previamente el Banco de España hará una valoración económica
que determine el precio de compra de tales activos “tóxicos”.
4. A qué nos referimos cuando hablamos de activo tóxico. Qué tipo de activos tóxicos se transferirá en el caso del 'banco malo' español
4. A qué nos referimos cuando hablamos de activo tóxico. Qué tipo de activos tóxicos se transferirá en el caso del 'banco malo' español
Nos
referimos a todo aquel que no permita recuperar su coste de
adquisición, así como aquellos préstamos en mora o de dudoso cobro. En
caso español, el principal activo “tóxico” sería el suelo, cuyo precio
de mercado es incluso cero en no pocos casos. Todavía no está claro
cuáles de estos activos serán los que se transferirán al 'banco malo',
si serán créditos o activos inmobiliarios.
5. Se tiene previsto destinar 25.000 millones a la compra de estos activos. ¿Será suficiente?
5. Se tiene previsto destinar 25.000 millones a la compra de estos activos. ¿Será suficiente?
Depende.
Según cifras oficiales se estima que los activos problemáticos rondan
los 200.000 millones de euros. Si finalmente se destinan 25.000 millones
se recurrirá al endeudamiento de la sociedad gestora, bien vía mercados
(con garantía del Estado) o con transferencias del FROB. Por tanto,
dependerá de que el banco malo pueda endeudarse lo suficiente de una u
otra forma. Mediante este apalancamiento se minimiza el riesgo para el
capital privado, que moverá una gran cantidad de capital con una
inversión comparativamente pequeña. Se sigue así el modelo irlandés,
cuya ratio de capital sobre deudas es de 1/300. El gobierno hará
hincapié en este carácter privado del banco malo pero el mayor riesgo es
soportado por el Estado, quien avala la deuda.
6. ¿Es la mejor solución a la crisis financiera que padece España?
6. ¿Es la mejor solución a la crisis financiera que padece España?
Se
aborda por fin la cuestión del saneamiento de la banca, pero el
problema estará en los detalles. En todo caso, con ser una parte
importante no es la única. Un banco malo sí puede servir como parte de
la solución, pero aunque se haga bien, por sí solo no garantiza una
salida a la crisis. Desgajar de los bancos los activos problemáticos
resulta crucial, pero si no se reactiva la economía el valor de sus
activos seguirá en caída libre y aparecerán nuevos préstamos morosos.
Sin crecimiento no se pagan deudas. Resulta por tanto contraproducente
compaginar el banco malo con políticas de ajuste salvaje. Asimismo,
conviene tener presente por qué se ha llegado a esta situación, lo que
implica inevitablemente poner coto a un hipertrofiado sector financiero.
7. ¿Existen antecedentes exitosos a esta fórmula?
7. ¿Existen antecedentes exitosos a esta fórmula?
Sí.
El ejemplo más recurrido es el caso sueco en su crisis de 1992.
Entonces se creó un banco malo por entidad a la cada una de ellas
transfirió sus activos dañados, pero a precio de mercado. Como esto
suponía evidenciar importantes pérdidas, de manera simultánea se les
inyectaba capital por esa misma cantidad. Esta intervención implicaba
reemplazar la junta directiva (aclarando sus posibles responsabilidades
penales) y responder a las pérdidas primeramente el banco y sus
accionistas.
8. El proceso parece sencillo, pero ¿qué problemas presenta?
8. El proceso parece sencillo, pero ¿qué problemas presenta?
Varios.
Para empezar, el modelo español impuesto por la “troika” es similar, no
al modelo sueco sino al irlandés, que después de tres años no parece
precisamente exitoso. Lejos de ello se ha trasladado un inmenso
endeudamiento privado bancario al Estado que fue “rescatado”, y con ello
estigmatizado en los mercados. Las duras políticas de ajuste vinculadas
al rescate han incidido en el grave error de conjugar desendeudamiento
privado y políticas públicas recesivas. El saneamiento precisa
crecimiento, no ajuste.
Otro problema que puede presentar
reside en el precio de transferencia de activos al banco malo. Si es
demasiado bajo, aflorarán pérdidas en el banco intervenido y será
necesaria una rápida inyección de capital para tapar el agujero. Si es
demasiado elevado complica al banco malo, que adquirió el activo a un
coste que no va a poder recuperar. Si no se hace bien, en ambos casos
implicaría enormes cantidades de dinero público, aumentando el
endeudamiento del Estado y la desconfianza de los inversores.
9. ¿El Estado conseguirá recuperar el dinero que tiene previsto invertir?
9. ¿El Estado conseguirá recuperar el dinero que tiene previsto invertir?
No
se sabe. Todo dependerá entre otos factores de qué cantidad de capital
habrá de aportar y de cuánto tarde en recuperarse la economía. El coste
de una crisis bancaria siempre es elevado pero sólo puede conocerse una
vez terminada esta. Por su parte, la recuperación y su intensidad
dependerán de cómo se gestione el saneamiento bancario, pero también de
las políticas que lo acompañen, además del entorno regional. En este
sentido, los continuados recortes en medio de una recesión de balance
agravan el problema. Mientras, la eurozona por ahora insiste en una
política suicida de ajuste colectivo. Será complicado así que la
demanda, tanto interna como externa, pueda reavivar la economía. Y
mientras esto prosiga se mantendrá un trasvase de deuda privada al
Estado, aumentando el coste para las arcas públicas.
10. El ministro de Economía dice que no "costará un euro" al contribuyente. ¿Es cierto?
10. El ministro de Economía dice que no "costará un euro" al contribuyente. ¿Es cierto?
Habría
que saber a qué contribuyente se refiere, dado el trato fiscal
privilegiado que, por ejemplo, disfrutan las rentas del capital frente a
las del trabajo. En todo caso la afirmación es falsa. No sólo va a
haber coste, sino que ya ha habido: entre 2008 y 2010 España dedicó un
8,4% de su PIB en ayudas a la banca. El saneamiento también exigirá
necesariamente dinero público. ¿Quién va a pagar el coste de las
entidades ya intervenidas? Además, el FROB podrá obtener un préstamo de
hasta 100.000 millones de euros, siendo el Estado español quien se
endeude como avalista y el contribuyente quien soporte el ajuste
asociado a ese préstamo de la “troika”. Las posibles pérdidas del banco
malo correrán en buena medida a cuenta del erario público, como avalista
del endeudamiento de la sociedad gestora, mientras que el capital
privado sólo responderá por la parte de esos hipotéticos 25.000 millones
de euros que haya invertido. Quizá el ministro se refiriese a que el
dinero público será recuperado, pero se trata de un auto de fe, pues
esto no se sabe ni está garantizado. Más aún, la política seguida
promete una larga travesía hasta la recuperación. Eso precisamente
aumenta la factura y complica su reembolso.
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