No es por dar malas ideas, no –de hecho soy poco partidario de este tipo de inventos– pero me pareció terriblemente ingeniosa la idea: una placa de matrícula de coche que no se deja hacer fotos. Se llama noPhoto. ¿Radares con cámara? No hay problema: en lugar de las letras y números aparecerá un bonito cuadro en blanco cuando se analice la imagen. Seguro que no siempre funcionará pero, bueno, puede ser mejor que nada.
La técnica consiste en un sensor que va incorporado en la parte
superior de la placa de la matrícula: cuando detecta que se ha disparado
un flash –normalmente, el de la cámara conectada al control de
velocidad de la policía– lanza una orden para disparar otros dos
pequeños flashes en los laterales de la matrícula. De este modo el
destello ciega completamente a la cámara, no proporcionándole nada que
fotografiar. Básicamente es la misma técnica que se utiliza en los
estudios para coordinar el disparo de varios flashes a la vez.
La noPhoto no es solo libertad, es decididamente la versión americana de la libertad.
Se puede debatir largo y tendido sobre si este dispositivo estará prohibido o no –como a día de hoy lo están en España los detectores inhibidores de radares de carretera– más que nada porque parece una idea concebida para escapar de la ley tras haber hecho el mal, pero resulta que podría tener un uso lícito: garantizar tu privacidad por ejemplo si eres un famoso y quieres asegurarte de que los paparazzi
no fotografíen tu matrícula o, dicen, si tienes la suerte de ser
«propietario de un coche exótico» y no quieres que te identifiquen por
la matrícula. ¡Por excusas que no quede!
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