Ítaca...
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Ten siempre a Itaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Itacas.
Murió el día de su cumpleaños, así de especial era Constantino Petrou Cavafis (en griego Κωνσταντίνος Πέτρου Καβάφης. Alejandría, Egipto; 29 de abril de 1863 – 29 de abril de 1933) fue un poeta griego, una de las figuras literarias más importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna.
Hijo de un rico comerciante arruinado, emigra a Liverpool a los 7 años, tras la muerte de su padre.
La formación inglesa que recibió hasta los 16 años le familiarizó con el inglés, las costumbres victorianas, la cultura británica, la literatura francesa e inglesa y con la obra de Shakespeare, Browning y Wilde.
Trabajó como periodista y funcionario. Publicó los poemas que él mismo imprimía en ediciones caseras y que regalaba a personas muy escogidas, aquellos a quién él creía que podían comprenderlos. E.M. Forster, el autor de “Un pasaje a la India”, fue uno de ellos. Él junto a Arnold Toynbee y T.S. Eliot ayudaron a la promoción del poeta.
La obra de Kavafis sienta las bases de la poesía moderna, y se convierte en influencia y guía de los poetas posteriores, desde W. H. Auden y Leonard Cohen a Cernuda y Gil de Biedma.
Leonard Cohen escribió Alexandra leaving, una canción de amor y despedida tomando como referencia el poema El dios abandona a Antonio inspirado en la relación del emperador romano Marco Antonio con Alejandría.
En 1996 Yannis Smaragdis realizó la película biográfica Kavafis.
Alexandra leaving...
De pronto la noche se vuelve más fría. El dios del amor se prepara para partir. Alexandra se encarama sobre sus hombros, resbalan entre los centinelas del corazón. Soportados por las simplicidades del placer, Consiguen la luz, se entrelazan imprecisamente Y radiantes más allá de tus más anchas medidas Caen entre las voces y el vino. No es una trampa en que todos tus sentidos te engañan, un sueño irregular que la mañana agotará, Dile adiós a Alexandra que se va, Después, dile adiós a Alexandra perdida. Aunque duerme sobre tu satén; aunque te despierta con un beso. No digas que el momento fue imaginado; No te rebajes a estrategias como esa. Como alguien que se ha preparado mucho tiempo [para que esto pase Ve firmemente a la ventana. Préstale atención. Música exquisita. Alexandra riendo. Tus primeros compromisos tangibles otra vez. Y tú que tuviste el honor de su tarde, y que por ese honor viste el tuyo propio restaurado. Dile adiós a Alexandra que se va; Alexandra que se va con su señor. Aunque duerme sobre tu satén; aunque te despierta con un beso. No digas que el momento fue imaginado; no te rebajes a estrategias como esa. Como alguien que se ha preparado mucho tiempo [para la ocasión En total control de cada plan que arruinaste. No elijas la explicación del cobarde que se oculta detrás de la causa y el efecto. Y tú que fuiste desconcertado por un mensaje cuyo código estaba roto, crucifijo sin cruz. Dile adiós a Alexandra que se va Después, dile adiós a Alexandra perdida. Dile adiós a Alexandra que se va. Después dile adiós a Alexandra perdida.
Suddenly the night has grown colder. Some deity preparing to depart. Alexandra hoisted on his shoulder, they slip between the sentries of your heart. Upheld by the simplicities of pleasure, they gain the light, they formlessly entwine; and radiant beyond your widest measure they fall among the voices and the wine. lt's not a trick, your senses all deceiving, a fitful dream the morning will exhaust--- Say goodbye to Alexandra leaving, Then say goodbye to Alexandra lost. Even though she sleeps upon your satin. Even though she wakes you with a kiss. Do not say the moment was imagined, Do not stoop to strategies like this. As someone long prepared for this to happen, Go firmly to the window. Drink it in. Exquisite music, Alexandra laughing. Your first commitments tangible again. You who had the honor of her evening, And by that honor had your own restored--- Say goodbye to Alexandra leaving. Alexandra leaving with her lord. As someone long prepared for the occasion; In full command of every plan you wrecked--- Do not choose a coward's explanation that hides behind the cause and the effect, You who were bewildered by a meaning, whose code was broken, crucifix uncrossed--- Say goodbye to Alexandra leaving. Then say goodbye to Alexandra lost.
El pintor David Hockney, hizo una serie de cuadros basados en sus poemas. Nació el 9 de julio de 1937, es un artista inglés y un importante contribuyente del Pop Art inglés de los años 1960. Pintor, ilustrador, dibujante y escenógrafo es considerado uno de los artistas más influyentes del s. XX., que vive en Los Ángeles, California.
En 1996 Yannis Smaragdis realizó la película biográfica Kavafis.
El dios abandona a Antonio
Cuando de pronto, a medianoche, se oiga
Cuando de pronto, a medianoche, se oiga
un cortejo invisible que circula
con músicas excelsas, con clamores -
de tu destino que se entrega, de tus obras
que fracasaron, de los proyectos de tu vida
que tan mal te salieron, no te lamentes en vano.
Como dispuesto desde ha tiempo, como un valiente,
dile adiós a ella, a la Alejandría que se va.
Y sobre todo no te engañes, no digas
que fue un sueño, que fue error de tu oído;
nunca aceptes tan vanas esperanzas.
Como dispuesto desde ha tiempo, como un valiente,
como te va a ti que de una ciudad tal has sido digno,
acércate con entereza a la ventana
y oye con emoción, pero no
con súplicas y quejas de cobarde,
como un último goce, los acordes,
los excelsos instrumentos del misterioso cortejo
y dile adiós a ella, a la Alejandría que tú pierdes.
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