Desde que el mundo es mundo existen chivatos, acusicas, delatores, denunciantes, acusadores, soplones... que con sus chismes imputan delitos, culpa, vicio o cualquier cosa vituperable con la única finalidad de eliminar obstaculos del camino.
Suelen informar en secreto, cautelosamente, sin más pruebas que la venganza, el rencor, la envidia o el odio... Con sus malas artes han cambiado el rumbo de la historia colectiva o personal hundiendo vidas sin el menor remordimiento.
La figura del soplón es absolutamente reprobable ética y moralmente.
Están de plena actualidad, no hay más que ver como por 30 monedas el mundo se alimenta a diario de falsas acusaciones por motivos espurios o verdades a medias que regurgitan en las televisiones o periódico de turno para conseguir un minuto de gloria o acabar con el enemigo.
Pero si estos seres son asquerosamente reprobables aún lo son más los que recogen y expanden el soplo sin indagar, contrastar, informarse... acusando y sentenciando como si la suya fuese palabra de dios.
" El periodista corrupto es el ser más corrupto de un sistema democrático. No se lleva el dinero. Se lleva la verdad. O la mueve de sitio. Al rincón del ángulo oscuro. Donde nadie la ve." Ánibal Malvar
Están de plena actualidad, no hay más que ver como por 30 monedas el mundo se alimenta a diario de falsas acusaciones por motivos espurios o verdades a medias que regurgitan en las televisiones o periódico de turno para conseguir un minuto de gloria o acabar con el enemigo.
Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en un juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias a su defensa.
Artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
La presunción de inocencia es un principio jurídico penal y una garantía constitucional: TODA PERSONA ES INOCENTE HASTA QUE NO SE DEMUESTRE LO CONTRARIO.
Tras siglos de abusos en sentido contrario en el que bastaban una denuncia y 2 testigos de los hechos para que se considerara al acusado culpable, en 1978 la Constitución española en su artículo 24.2 declara dentro de los derechos y deberes fundamentales, la presunción de inocencia y hace responsable a la persona acusadora de la carga de la prueba de los hechos de la acusación.
¿Que diferencia hay entre
delito y falta? ¿Demanda y querella? ¿Sentencia y auto? ¿Presunto delincuente en fase de investigación o de enjuiciamiento en causa criminal? Estos términos son mal usados a diario por los ciudadanos y en los medios de comunicación, que a veces publican filtraciones por las que toman partido convirtiéndose en jueces que sin ningún tipo de conocimientos jurídicos , celebran juicios y administran sentencias públicas y notorias, que acaban con la honorabilidad de personas inocentes.
Para saber de qué estamos hablando veamos un caso práctico de una hipotética clase de derecho penal... El disputado voto de un posible Presidente.
Un militante desconocido de un partido elabora un proyecto económico y político para salir de la crisis, reparar las injusticias que ha creado y de paso mejorar la democracia en general.
Lo sube a las redes sociales y lo va contando en pequeños foros que intrigados por cómo se podría llevar a cabo le invitan a participar en interesantes debates.
Poco a poco sus ideas van calando y hasta una tele pública le invita a contarlos. Así, día a día, poquito a poquito se va adentrando en las ganas de cambio de cada vez más ciudadanos.
Cuando se quieren dar cuenta, los poderosos descubren que sus ideas están arraigando en la militancia y pueden ser un potencial peligro para el "sillón de mis entretelas, mi despachito
¿Cómo llevar a cabo el plan? Filtrando los datos a un medio de comunicación para que publique la información con los hechos delictivos del militante incómodo.
Dicho y hecho: una sinRazón... y ¿la finalidad conseguida?.
Y digo yo... ¿Que opinan de esto el resto de militantes? ¿No tienen nada que decir? Y sus posibles competidores en las urnas, ¿les dará igual cómo pueden conseguir la victoria? ¿El fin justifica los medios? ¿Les da igual estar salpicados por la difamación y la infamia?
TODOS podemos y debemos tener opinión, pero siendo conocedor de que no tenemos ni toda la información ni la formación que nos permita emitir un veredicto justo. Los ciudadanos
deríamos dejar las sentencias en manos de la justicia que aunque a veces es injusta, nuestro ordenamiento jurídico no lo es y nos permite elevar las reclamaciones hasta los más elevados Tribunales de derechos.
Difama que algo queda está convirtiéndose en un deporte nacional y no valoramos que cuando el daño ya está hecho rectificar es muy dificil porque se ha sembrado la duda. Tenemos que tener mucho cuidado y no juzgar a la ligera. No hagas con los demás lo que no quieras que hagan contigo. Se justo. No caigas en manipulaciones torticeras y no seas complice ni verdugo de la difamación y la infamia. Contra estas exige TRANSPARENCIA para TODOS y en igualdad de condiciones.
Fantástico! Gracias, Marisa
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